Los centrales Guy y Jurado fueron futbolistas importantes con Angel Marcos. Ambos resultaron clave en el último ascenso del Cacereño a Segunda División B, hace ya siete temporadas. Después, la era Ismael Díaz acabó por desbaratar cualquier proyecto de futuro con estos futbolistas y otros muchos que pasaron por aquí. Pasado el tiempo, los dos estarán en el reflotado proyecto, liderado por el mismo protagonista, esta vez en los despachos, pero habrá más jugadores que lleguen bajo una misma filosofía: intentar la identificación con la afición verde.

El portero José Manuel Romero está en conversaciones para volver; el mediapunta David Rocha, también; Rai y Toni también llegan para quedarse y rememorar la pareja letal que formaron en el Miajadas, aunque ambos también tienen pasado verde. "Ya lo hemos dicho desde el principio: queremos a gente de aquí, no obligatoriamente, pero trataremos que sean los más posibles", recalca Marcos.

Extremeñizar el equipo

El Cacereño de la dupla Martínez Doblas-Angel Marcos trata de extremeñizar el equipo, pero también quiere ir más allá, "que algunos de esos se vayan quedando aquí". Crear una estructura de club sólido con gente de la casa está en la mente de los dos. ¿Por qué Romero no puede ser, en su día, el entrenador de porteros, por ejemplo, o ser uno de los técnicos del club? El meta, de 35 años, estaría encantado de formar parte del proyecto cacereño, aunque el único problema es su trabajo profesional, que no le permite compatibilizarlo con la idea inicial del entrenador, Angel Alcázar, que pretende entrenar también por la mañana.

El Cacereño gestiona ahora la creación de un equipo filial para dar cabida a los jugadores con más proyección y que compatibilicen los dos equipos. Javier Moreno, hombre de confianza de Marcos, será el coordinador de la cantera y está desempeñando también labores administrativas en la sede del Príncipe Felipe.