El Cacereño tuvo que conformarse con un punto en su 'autoexilio' de Miajadas, donde jugó ante el Melilla por los desperfectos en su estadio habitual, el Príncipe Felipe. Ninguno de los conjuntos acertó con la portería rival, intentándolo mucho más los verdes, que no supieron aprovechar su superioridad numérica en el tramo final del choque (0-0).

Acudieron unas 500 personas al Municipal de Miajadas, incluyendo un autobús de aficionados del Cacereño que animaron constantemente. El conjunto de Julio Cobos se sintió como en casa y cogió el papel de dominador desde el principio, pero se encontró sucesivamente con Munir, el portero del Melilla, en todas las ocasiones que generó.

Pese a la mayor posesión de balón y número de oportunidades, el marcador no se movió. Cobos lo intentó con los cambios, pero ni siquiera después de que Velasco fuese expulsado en el minuto 66 logró que el marcador se moviese. El meta Munir, el mejor del Melilla, fue infranqueable.

Especialmente llamativa fue una acción en el tiempo de descuento protagonizada por Santi Amaro, que falló en un disparo a bocajarro cuando tenía toda la portería para él. El propio centrocampista había protagonizado también una falta que, sacada magistralmente, no entró por poco.

Queda ahora la duda para el próximo encuentro en casa, ante el Almería B dentro de dos semanas: ¿habrá que regresar a Miajadas?