Ángel Marcos por delante de Manolo Sánchez. Las deliberaciones de la directiva del Cacereño culminaron en una decisión largamente madurada, sobre la que se generaron dudas. Al final, han contado las voces de la calle y una extraordinaria hoja de servicios del protagonista en el club: el director general y principal responsable de los fichajes se bajará al banquillo para suplir al destituido Angel Alcázar.

La noticia no es oficial todavía --ni siquiera el despido del técnico de Herrera del Duque--, pero hoy se darán detalles. Antonio Martínez Doblas ha escuchado en las últimas a sus más estrechos colaboradores e incluso a aficionados, que le han expresado una opinión clara: solamente Marcos puede cambiar el rumbo del equipo por su historial de éxitos, que incluye tres ascensos y hasta un título liguero en Segunda B, hace once años.

El exhaustivo conocimiento de la plantilla --de hecho la ha confeccionado en su mayoría él-- y ese cartel de logros entre el aficionado del Cacereño han decantado la balanza hacia Marcos. La otra opción planteada, la de Manolo Sánchez, con quien su amigo Doblas ha hablado en numerosas ocasiones desde hace un año, era también válida para la entidad verde por el golpe de efecto que supondría la llegada del mejor jugador de la historia del club, pero esta posibilidad, además de ser más cara, se ha considerado como más arriesgada que la del de Serradilla.

Marcos entrenará al equipo a partir de mañana, cuando los jugadores vuelvan de los dos días de descanso que Alcázar les ha dado para recuperar fuerzas tras una semana de tres encuentros.

REVULSIVO Ni la plantilla conoce oficialmente el cambio de rumbo que dará el colista de la tabla. Hoy lo sabrán. El revulsivo que se intentará dar con este relevo en el protagonista del banquillo está encaminado, según el club, a dar otro espíritu al equipo, que el domingo ante el Villanovense volvió a ceder (1-2) dando una mala imagen.

Marcos había apuntado recientemente en círculos privados que no volvería a los banquillos. Sin embargo, ahora lo hace, convencido --casi obligado también por las circunstancias-- por su jefe . De los despachos tendrá que descender al banquillo. Pocos dudan de su capacidad, pese a que hace varios años que no entrene. Sin embargo, le avalan los números. También ha manifestado el que desde hoy será nuevo entrenador del Cacereño --a lo largo del día de ayer nadie quiso hablar oficialmente con los periodistas-- que él se siente capacitado para reconducir una nave a la deriva.