El Cacereño ha denunciado a sus ultras por los incidentes acaecidos en la puerta del estadio Príncipe Felipe tras el partido ante el Vilanovense, alegando que varios de ellos profirieron amenazas contra el club.

El director general del club, José Ignacio Aguinaga, y miembros del Escuadrón Verdiblanco confirmaron ayer la existencia de la denuncia. Las dos partes coincidieron en señalar que los aficionados aporrearon la puerta del estadio y profirieron gritos contra la política del club, entre los cuales se incluían referencias a la compra del autobús, aunque las versiones no coinciden en el matiz. Aguinaga insiste en que hubo amenazas, pero los aficionados sólo hablan de "críticas".

Dos portavoces de los ultras lamentaron que el club intente crear ahora otro frente conflictivo "con una denuncia contra los pocos aficionados que le quedan a este club" y recordaron, a modo de ejemplo sobre su fidelidad, que en el último desplazamiento a Canarias, ante el Vecindario, "acompañamos al equipo y nos gastamos de nuestro bolsillo 250 euros cada uno".

El Escuadrón Verdiblanco dice también que la denuncia ha podido ser una respuesta a las críticas que, "por primera vez, hacemos contra el club" en el fanzine que habitualmente reparten en cada partido en casa, al igual que varias pancartas que exhibieron. Aguinaga, que dice que sólo se ha actuado contra las amenazas y no contra la libertad de expresión, "que respetamos", dice que responsables policiales identificaron a varios jóvenes tras el encuentro, que ya habían realizado pintadas en días anteriores --ellos lo niegan-- y que siempre había existido buena relación con los peñistas.