Cacereño: Vargas, Palero, Tito, Cazorla, Antonio; Javi Ramos, Rocha, Lolo, Sergio (min. 56, Mohammed), Diego (min. 71, Estévez); Valtierra (min. 64, Rai).

Lanzarote: Ruyman, Ayoze Pérez, Angel Gil (min. 46, Echedey), Kámara (min. 46, Maykel Padrón), Faruk; Jotha (min. 63, Ian), José Manuel, Vladimir, Rubén Rodríguez; Sixto y Toñito.

Goles: 1-0-Min. 14: Diego, de penalti. 2-0-Min. 41: Rocha. 3-0-Min. 58: Valtierra, de penalti. 4-0-Min. 79: Rai, de penalti. 5-0-Min. 89: Estévez.

Arbitro: Figueroa Vázquez (2). Tarjetas a los locales Palero y Javi Ramos y a los visitantes Ruyman, Ayoze Pérez, Sixto, Rubén Rodríguez y Faruk (dos, expulsado en el 79).

Incidencias: Alrededor de 1.600 espectadores en el Príncipe Felipe.

No fue el del Cacereño un fútbol de perfil tan alto como para enarbolar un contundente 5-0, pero el clarividente éxito, el primero de la temporada, tiene el premio añadido de la confianza. Ganar con tamaña estadística, aunque sea a un equipo menor, refuerza convicciones, despeja dudas y puede propulsar el futuro inmediato, hasta ayer un mar de incógnitas. Por eso, las lecturas son todas positivas para el grupo de Angel Marcos.

En el día de los penaltis (hasta tres anotaron los locales) uno bastante dudoso al defensa Cazorla desperezó al Cacereño. Era el minuto 14, sin duda un punto de inflexión definitorio. Aunque los verdes no cuajaron un buen primer tiempo, sí se mostraron como un conjunto ordenado. Con un juego discreto (en ello el mal estado del campo tiene mucha culpa) el Cacereño no necesitaba mucho más.

El Lanzarote, un equipo que en la Tercera extremeña no estaría nunca entre los cuatro primeros, hizo cuanto pudo. Sus tremendas limitaciones lastraban cualquier capacidad de sorpresa. El Cacereño tampoco repartía por entonces el mejor juego combinativo, pero le bastaba.

UN GRAN ROCHA El futbolista capital del grupo sigue siendo, de largo, David Rocha. Y el ´7´ verde, en colaboración con otro destacado, Diego, fusiló a Ruyman en un tanto psicológico antes del descanso (2-0). David, un maravilloso jugador que aún podría tener opciones de llegar a la Primera División, es otra cosa. El futbolista total lo hace todo bien: regatea, lanza con fuerza, lucha, siente la camiseta como nadie... y en días como el de ayer apareció cuando aparecen los grandes, y además para definir.

El segundo tiempo ya sí fue para el disfrute de la grada, aunque tampoco el espectáculo fuera extraordinario. Se vieron, por fin, los primeros toques preciosistas de la temporada, con dos contrincantes batiéndose en desigual batalla. Un penalti de chiste del portero canario a Rocha supuso el 3-0, obra de Valtierra, otro que también necesita reivindicarse pero al que le puede la ansiedad.

Por el madrileño salió Rai que, por supuesto, se uniría a la fiesta con otro tanto de penalti hecho a él mismo y lanzado, como es norma habitual, con paradinha . El futbolista-taxista atesora una picardía y una inteligencia poco común cuando se instala en su lugar natural, el área. Marcos, que en su día no creía en él, ya sí lo hace, aunque aún podría hacerlo bastante más.

Otro de los recuperados para la causa, el andaluz Estévez, fue el último en mojar tras un servicio de cabeza de Mohammed (5-0, min. 89). Se acababa la fiesta y se terminaban los miedos hacia este partido envenenado.

El Lanzarote pasó por el Príncipe Felipe como un cuadro muy menor. Baste como detalle de la dimensión del rival de ayer que el defensa central titular, Kámara, fue rechazado el pasado año tras pasar una prueba con el Cacereño y terminó jugando en el Plasencia. La candidez del oponente deja traslucir que, al menos, el Cacereño sabe que hay un equipo mucho peor que el resto y que una de las plazas de descenso parece asignada al Lanzarote. Dada la igualdad del grupo, no deja de ser buena noticia para los tres extremeños, de momento metidos en la pelea por no bajar.