CACEREÑO - 1: Vargas, Palero (min. 57, Plata), Gonzalo, Salva, Toni, Elías Molina, Raúl Medina, Pablo Gállego, Aarón, Elías Sastre (min. 84, Piojo) y Carlos Valverde (min. 76, Teo).

ALMERIA B - 2: Gianfranco, Marín, Adri, Charlie, Míchel, Joaquín (72, José Angel), Iván Sánchez, Carlos Selfa, Dani Romera (m. 82, Iván Pérez), Antonio Puertas (75, Rubén Díaz) e Hicham.

GOLES: 0-1-Min. 2: Romera. 1--1-Min. 50: Carlos Valverde. 1-2-Min. 77: Iván Sánchez.

ARBITRO: Cid Camacho (Castilla y León). Mostró tarjetas amarillas a los locales locales Salva y Carlos Valverde y a los futbolistas visitantes Marín y Joaquín.

El Cacereño es, históricamente, un club desdichado. Ayer tenía la oportunidad de convertirse en el sorprendente líder del grupo IV de Segunda División B, pero volvió a asociarse con sus miedos ancestrales y terminó cediendo los tres puntos ante el Almería B (1-2). Sueños rotos para una entidad que, pese a presentar la mejor hoja de servicios del fútbol extremeño en la última década, está muy necesitada de alegrías y muy cansada de mostrar signos de impotencia cuando más precisa darse un homenaje en toda regla.

En temporadas anteriores, el CPC ha estado a un partido de meterse, puntualmente, entre los cuatro primeros. Siempre ha fallado y alimentado su maldición. Estuvo muy cerca, hace dos campañas, de eliminar al Málaga. Aquel remate de Checa se escapó por unos metros y la gloria fue miserablemente esquiva.

La lectura, en cualquier caso, no es del todo negativa. Aitor Bidaurrázaga y su entusiasmo tienen mucho trabajo por delante. Pese a ello, la sombra de Checa y Gaspar se adivina alargadísima. También la del lesionado Mejías para una zaga que presenta dudas. Eran los mejores futbolistas verdes los dos últimos años, pero se vislumbra que hay grupo.

POSIBILIDADES POR BANDA Desde luego no será este CPC un equipo exquisito, pero la presencia de Raúl Medina y el desborde de los Toni, Gállego o Teo auguran buenas noticias en un año que, por momentos, puede ser difícil de digerir.

En el primer tiempo mediatizó en clave negativa el tempranero tanto de Romera para el Almería B tras rematar en escorzo el rechace tenue de una falta. No levantaron cabeza los verdes en el resto del primer acto, pese al indudable dinamismo de sus futbolistas. Será este Cacereño un equipo con poca vocación de ahorrar esfuerzos.

El enorme calor --el ambiental, no el de la grada, que no respondió-- hacía el resto. El orden andaluz se contraponía con los escasos recursos imaginativos del Cacereño, empeñado en dar pelotazos en vez en de explotar las bandas. Las perspectivas eran poco contagiosas de optimismo.

Todo se transformó en la reanudación. El grupo de Bidaurrázaga cambió el corazón por la cabeza y enhebró buenas combinaciones. En un balón largo, y en posición muy dudosa, la carrera de Carlos Valverde, un futbolista que debe asumir galones porque es muy bueno, acabó con un remate a gol (min. 50, 1-1).

Aitor es un tipo nada especulativo. Estaba lesionado Rubén Palero, pero prefirió que su recambio no fuera un defensa, sino el punta Plata. Iba a por la victoria. Eso era indiscutible. Le pudo salir bien, pero terminó por irle mal tras el trallazo a la escuadra de Iván Sánchez, ante el que Vargas pudo hacer algo más. Quedaban 10 minutos y la ilusión del liderato se había difuminado. Como tantas otras cosas en la historia de este club, peleado con los pasos adelante.