El Cacereño intenta mostrar la mayor unidad posible a pocas horas del complicado encuentro de mañana frente a uno de los equipos más en forma del grupo, el Lanzarote. La totalidad de la plantilla y el cuerpo técnico celebraron en la noche del jueves una animada cena en un conocido restaurante cacereño para fortificar los vínculos interiores del vestuario. Desde dentro se afirma que es un momento fundamental en la temporada, justo cuando se está a punto de enfrentarse a los dos primeros de la clasificación, el propio Lanzarote y el Badajoz.

El entrenamiento de ayer consistió, según informa el club, en trabajo de coordinación y acciones a balón parado, así como a la mejora de la técnica individual. Cobos está descartado para mañana, Joaquín fue tratado por los recuperadores del club y Manu padece una pequeña rotura fibrilar en el abductor, mientras que Rocha entrenó con normalidad. Sema y Maxi siguen trabajando aparte.