Muy pocos futbolistas repetirán en la foto del Cacereño 2004-2005 respecto a la anterior. En concreto, de la plantilla profesional únicamente tienen el puesto asegurado el defensa Guy y el delantero Sergio, a los que hay que sumar los juveniles Rocha y Tete. La espectacular limpia para intentar evitar la depresión de la Tercera División está íntimamente ligada con la pretensión de construir "un equipo joven, con el retoque de algún veterano", como indica el nuevo entrenador, Bernardo Plaza.

Guy y Sergio tenían contrato en vigor, algo que no ha servido para que otros futbolistas --Jurado, Diego y Joaquín, entre otros-- se salven.

En el capítulo de las dudas pueden incluirse a Jaime --gusta al entrenador, pero recibió una oferta de renovación muy a la baja que puede ser revisada-- y a Sema, lesionado hace casi dos años y con un compromiso firmado. Otro que interesaba y se va es Santi, reclutado por Ismael Díaz para el Palencia. El extécnico también quiere a Joaquín, Gabi y Nico. El portero Félix Campo maneja varias ofertas de Segunda División B, mientras que otros como Caballero, Pedro García, Pablo o los cedidos Morgado y Marcos Gallego fueron descartados automáticamente.

Filosofía

El resto del plantel del Cacereño tendrá que ser nuevo. Bernardo Plaza ya trabaja para volver a llenar el vestuario verde de ilusiones. De momento, está estudiando qué jugadores de la cantera subirán al primer equipo. Los mejor colocados de momento son los defensas Antonio y Alex Acero, el centrocampista Fran Díaz y los delanteros Guillén y Toni. Casi todos ellos ya han debutado recientemente en Segunda División B.

El club que preside Félix Campo gastará menos dinero en futbolistas. La pretensión obligada será regresar a Segunda B, pero no a cualquier precio. Plaza, buen conocedor del mercado extremeño desde la secretaría técnica del Mérida, reconoce que "hace falta de todo". Ahora pasa unos días de descanso en Barcelona antes de regresar a Cáceres la próxima semana para ser presentado oficialmente.