El Cacereño respira tranquilo. Las cuatro denuncias por impago presentadas por sendos jugadores ante la Asociación de Fútbolistas Españoles (AFE) y la Federación Española se resolvieron positivamente. El club ha llegado a distintos acuerdos para que se retiren, por lo que no hay peligro del descenso administrativo a Tercera División que sufrieron en el pasado otros clubs extremeños. La negociación ha transcurrido con lentitud con estos jugadores, cuya identidad no ha trascendido.

Tras salvar este 'match ball', quedan otros para jugar la próxima campaña en Segunda B. Una gestión muy importante es conseguir un aval bancario de aproximadamente 200.000 euros, una novedad del pasado verano para garantizar los pagos. En este caso, parece que Antonio Martínez Doblas tendrá que volver a gestionarlo gracias a su patrimonio.