Esta tarde, al filo de las siete, el Cacereño podría ser equipo de Tercera División, siete años después. O bien podría abrir la puerta a una nueva esperanza: el mal menor de jugarse la permanencia en una eliminatoria a cara o cruz con otro quinto por la cola de un grupo de Segunda B. Serán 90 minutos para el recuerdo en la localidad navarra de Estella.

La ventaja de los verdes (40 puntos) es que dependen de sí mismos: si vencen al Izarra, les dará igual lo que pase en los partidos de los otros implicados en la lucha por evitar el descenso directo. A la misma hora, las 17.00, el Sporting B (39) recibe al Guijuelo, mientras que el Astorga (37) hace lo mismo con el Racing de Ferrol.

Aún le quedaría al conjunto de Angel Marcos cierta esperanza en caso de no ganar: que no venciese tampoco ni el filial gijonés y el propio Astorga. Pero ese escenario no se contempla, en principio. Hay que cumplir en Estella y olvidarse de todo lo demás. Luego llegaría una tibia celebración y empezar a preparar el doble enfrentamiento. El sorteo sería el lunes por la tarde.

SIN CONFIANZAS El Izarra, que está cómodamente instalado en la décima plaza, no se juega prácticamente nada. Si acaso, escalar un par de puestos en la clasificación. Pero el Cacereño no se fía en absoluto porque se trata de uno de los estadios más difíciles del grupo I (solo dos derrotas en toda la temporada).

"Será un partido duro, intenso, que si aflojas un poco ellos te comen. Son muy buenos en las segundas jugadas, pero nosotros tenemos que intentar dominar las dos áreas", comentó Marcos el viernes. Pidió "no mirar más allá del domingo" y abanderó en reiteradas ocasiones que su equipo dependía de sí mismo. "¿Mirar a los otros dos resultados? No. No hay que agobiarse y los jugadores saben que lo que se juegan, tanto el club como ellos. Tenemos que conseguir los tres puntos y no ir más allá. Hay que hacer los deberes, es lo que nos sirve", argumentó.

Por lo que se ve, está contento con cómo está funcionando su plantilla en las últimas semanas. El postrero empate frente al Logroñés --ese punto al final puede ser muy valioso (1-1)-- y la cómoda victoria ante el Peña Sport del pasado sábado (3-0) ha sido casi como salvar dos match-balls . "Mi equipo ha progresado muy bien. En Logroño lo vimos. Ante un rival también fuerte en su campo, jugamos muy bien y llegamos más que ellos. Hay que ponerse el mono de trabajo y eso lo hemos hecho últimamente cada vez mejor. Al final hemos conseguido estar bien. Venimos desde abajo y ahora dependemos de nosotros. Nuestro estado anímico ha ido subiendo", dijo.

Para afrontar el choque están todos, con la excepción ya conocida de José Collado. Todo parece indicar que Marcos regresará a la fórmula que mejor resultado le ha dado en esta recta final: situar a un teórico central como lateral izquierdo y adelantar la posición de Toni Sánchez. Pero da casi igual quién juegue: hay que ganar y punto.