A diferencia de hace dos años, en el Cacereño se palpa un sentimiento generalizado: hay banquillo o, dicho de otro modo, hay plantilla suficiente para encarar los retos planteados. Hace dos temporadas, cuando el equipo fue campeón y no llegó en la mejor condición a la fase de ascenso a Segunda B, las dudas planearon siempre. Parece palmario que el equipo de Adolfo Muñoz alcanzó entonces al tramo definitivo resquebrajado por las bajas por lesiones de hombres clave (Martins, Kevin, Mansilla...), pero también que a estas alturas, en enero, se hicieron fichajes para completar el equipo y no tanto para hacer rotaciones fiables, como ahora.

Esta campaña el mercado de invierno se ha encarado, teóricamente, con más tino. Y el colectivo presenta más alternativas. La vuelta tras las lesiones de Rodri y Chechu y los fichajes de Carlos Martínez y Carlos Andújar dibujan expectativas que en diciembre, con la crisis abierta por los impagos, no había.

Ahora, con los futbolistas al día (cuestión no menos clave), el decano apunta a un centenario en positivo, visto lo visto el pasado domingo ante el Jerez. Y la guinda puede llegar de forma doble con dos delanteros, uno de ellos joven y como apuesta de futuro, y otro contrastado, con experiencia en Segunda B y Tercera y que aseguraría un buen puñado de goles. La marcha de Alex Rubio deja ese puesto específico huérfano, ya que hay que tener en cuenta que el ‘9’ más parecido a esa condición lo representa Alex García, que tiende a jugar por los costados.

Más variantes

Adolfo Muñoz tiene variantes en todas las posiciones. Aun faltando el propio Alex García y su máximo goleador y estrella ofensiva, Marcos Torres, además de Luismi, en el banquillo tras una semana enfermo, el equipo verde se encomendó a otra garantía: Eloy, el otro jugador que podría desempeñar el puesto de punta nato. Y los resultados no mienten: dos goles y actuación rayana en el sobresaliente. Las posibilidades que ofrecen los Carlos, la espectacular vuelta de Rodri, el espacio que ocupa Gustavo... en el CPC hay, en teoría, mimbres.

Un dato a destacar especialmente de lo que expuso el técnico de Pueblonuevo evidenció la buena salud de las bandas, con un doble carrilero en cada una. Por la derecha, el recuperado Chechu y el goleador Neto (dos tantos); y por la izquierda, Alberto Delgado y Keko. Estas opciones no las tenía, ni por asomo, Adolfo Muñoz hace dos temporadas.

El técnico se congratuló de que, efectivamente, se puedan hacer rotaciones. Introdujo también como central titular a Rubén como complemento a Carlao, lesionado y suplido con éxito por el capitán, Elías Molina.

Hace dos años, el escaso fondo de armario pudo con la plantilla, aunque fue campeona por delante del Badajoz. Ahora toca primero lograr esto, con la competencia real de Mérida y Moralo, dos equipos que también tienen multitud de variables para lograr el objetivo. Solamente el tiempo dirá quién se llevará el premio del título. Después, por supuesto, se afrontará otra batalla, bastante más decisiva.