En el vestuario del estadio Príncipe Felipe puede que tengan que hacer hueco dentro de poco a otro jugador, y eso que el mercado de fichajes concluyó el pasado 31 de agosto. La lesión de larga duración de Juan Carlos Mejías posibilita que el Cacereño fiche a un futbolista. Y no sería defensa, como el desafortunado central de La Zarza, sino un delantero centro.

De momento, ya se ha iniciado el mecanismo burocrático a nivel federativo para que la ficha de Mejías quede libre. Otra cuestión será si el club termina de dar el visto bueno a una petición que el entrenador del primer equipo, Aitor Bidaurrázaga, lleva emitiendo desde hace semanas: quiere hombre de ataque.

El Cacereño no le hizo caso en primera instancia. En el esprint de final de mercado fichó a un portero (Nucho Cameselle), dos defensas (Carlos Expósito y David Gómez) y un extremo (Teo Tirado), pero no al nueve que desea el técnico, que considera que solo tiene a un jugador especialista en esa posición, José Luis Plata. También ha utilizado en ella al polivalente Carlos Valverde.

POCO GOL Después de las dos últimas bofetadas --las derrotas ante Almería B (1-2) y El Palo (4-1)--, el equipo no quiere verse en posiciones de abajo desde el inicio. Aparte de otras deficiencias, se detecta una cierta falta de acierto ante la portería rival. Es curioso que en todos los partidos oficiales que ha disputado hasta ahora --tres de liga y dos de Copa Federación-- el Cacereño ha marcado en todos, pero nunca más de un gol.

Aparte de en la delantera, los problemas se acumulan en otra zona del campo: la defensa. Aunque se trabaja en la recuperación de Palero, quizás sea precipitado su regreso el próximo fin de semana ante la Balompédica Linense. Además, Salva será sancionado tras su expulsión en El Palo y su puesto en principio lo ocupará David Gómez siempre que el transfer de Toto no llegue. Esta última cuestión parece haber entrado en punto muerto. La pasada temporada Ibrahima Bangoura no llegó a debutar con el mismo problema.