El Barcelona ha marcado el camino y los demás tienen que saber seguirlo. El fútbol debe dar las gracias a figuras como Messi, Xavi, Iniesta, Piqué, Busquets... --la lista incluye más, pero no es necesario nombrarlos--, no solo por su magia, sino porque su clase ha vuelto a dar un valor incalculable a las canteras. Ahora lo han visto todos, los clubs grandes y los humildes. Y en ese último saco entra el Cacereño, que a finales de la temporada pasada empezó a impulsar la base con la creación de su fundación.

Los frutos no serán inmediatos, aunque la plantilla de Braojos cuenta ya con varios jugadores que el pasado año estaban en el juvenil --Alex, Alfonso, Miguel, Jesús y Alex Martín--. El Cacereño ha empezado a sembrar y cuenta ya con una escuela de fútbol que tiene diez equipos (dos juveniles, dos cadetes, dos infantiles y cuatro alevines), a los que este mes se sumarán otros con benjamines y prebenjamines. Quizás entre ellos haya un Messi.

El Cacereño, cuenta Miguel Castro, vicepresidente de la fundación, "quiere que su primer equipo sea el referente de todos los chavales en la provincia, como ocurre en otros muchos lugares de España". Y ya está poniendo las primeras piedras.

Las peticiones para jugar en la base del club verde este verano han sido tantas que han tenido que replantearse la estrategia. Por eso ahora, además de contar con su propia cantera, está firmando convenios con otras instituciones. "Los niños seguirán jugando en el equipo de su localidad, pero estarán vinculados al Cacereño", explica Castro.

Los primeros convenios se han firmado con la Escuela Municipal de Deportes 'El Regajo' y la AD Valdefuentes, ambos de la misma localidad. "Ambas entidades colaboraremos para desarrollar nuestras canteras, pero manteniendo una identidad y estructura propias", indica. La línea a seguir es esa y pronto habrá más convenios. El Cacereño busca su estrella, que quizás aún no sabe atarse las zapatillas.