Hay actividad, aunque solo en los despachos y más administrativa que deportiva. El Cacereño se mueve y en el club esperan que a partir de la próxima semana haya algunos avances. Esto es, nombre del entrenador, renovaciones, algún fichaje, campaña de abonados... Hay mucho por hacer con el objetivo de regresar cuanto antes a Segunda División B.

De momento, y con la continuidad del club segura (así lo garantizó el máximo accionista, Antonio Martínez Doblas, la pasada semana), en la entidad trabajan para cerrar las obligaciones de la pasada temporada. Liquidados los jugadores, hay que hacer lo mismo con el resto de personal del club y los proveedores.

Después habrá que empezar a trabajar ya sobre aspectos concretos. Cuando se conozca la fecha de inicio de la competición en Tercera, se fijará la del comienzo de la pretemporada, algo que deberá hacer el entrenador, una incógnita aún por resolver, quizás la más importante. Nada se ha dicho del futuro del Angel Marcos. Ni se le ha ratificado en el cargo ni tampoco lo contrario. El hermetismo es total en este aspecto.

Ha habido contactos con algunos jugadores, aunque de momento solo se podrían calificar de informales. Dos futbolistas, el portero Vargas y el polifacético Aarón, tienen contrato en vigor, aunque lo más probable es que el club intente negociar con ellos 'a la baja'. El presupuesto --otro de los aspectos que hay que fijar-- en Tercera será más ajustado y eso afectará al capítulo de salarios.

También se pretende la continuidad de otros jugadores como Palero y Gonzalo, los dos futbolistas con más años en el club y que vivieron en primera persona el último ascenso a Tercera en la temporada 2008-2009.

Ellos, y algún jugador más que también intentará el club que continúe, podrían ser el pilar del nuevo proyecto. "Ya se han ofrecido incluso jugadores", señalan desde el Cacereño, donde siguen trabajando sin pausa, pero sin prisas.