El Cacereño no firmó a un '9', como era su intención, en el día en el que se procedía al cierre del mercado de invierno. Al menos, cursó las fichas de Ismael, Zubi y Collado, invalidadas horas antes del partido ante el Valladolid B. Salvo inesperado giro de los acontecimientos, los tres podrán continuar en el club hasta final de liga.

De nuevo el problema del aval federativo ha entorpecido el día a día del CPC y amenazado su futuro. Y, de momento, pese a que las perspectivas son optimistas, la Federación Española de Fútbol no ha dado el 'ok' definitivo. Entre hoy y el jueves se podría recibir el visto bueno a una de las dos fórmulas que se han puesto sobre la mesa: con la garantía del valor del estadio Príncipe Felipe o con los 125.000 euros que tendría que firmar como aval el máximo accionista de la entidad verde, el empresario segedano Antonio Martínez Doblas.

"El máximo interesado en arreglarlo todo es el presidente, que incluso ha querido reforzar el equipo, aunque no se haya podido", dicen desde dentro del Cacereño. Sin embargo, alguna sombra de duda planea aún. Hasta que no esté todo solucionado oficialmente no habrá respiro definitivo. Y eso lo saben y provoca cierta intranquilidad.

No eran estos los planes, pero Angel Marcos se quedará finalmente con 18 jugadores. La plantilla solamente se puede completar, en realidad, con los jugadores del juvenil, como Alberto Beato o Javi. Este último, que debutó precisamente en Valladolid, es el delantero titular de la selección extremeña y de sus condiciones se habla especialmente bien, aunque el factor experiencia no lo tenga.

El equipo, al día de hoy, está 'cojo'. Juan Carlos Mejías sigue a un menor ritmo que el resto, sin entrenar con regularidad por incompatibilidad con su trabajo. Antonio Amaro, con un problema muscular, será baja al menos durante un par de semanas. El capitán, Rubén Palero, también está lesionado. Habrá que ver si Zubi puede jugar el domingo ante la Cultural Leonesa, ya que estaba sancionado tras su expulsión ante el Somozas.

Pero hay más. Gonzalo y Carlos Valverde también arrastran molestias, David Cuerva jugó con dificultades ante el filial pucelano y, para más inri, preocupó la salud de Kofi. El media punta recibió un balonazo el domingo que le provocó mareos y, a la vuelta, terminó pasando la noche en el Hospital San Pedro de Alcántara, donde fue ingresado. Sin embargo, ayer ya se encontraba bien e incluso tuvo intenciones de entrenar.

APOYO "Ahora es cuando hay que estar con el equipo, en las dificultades", dicen en el Cacereño, que lamentan que no haya llegado fichaje alguno porque "para traer algo que no valga o que pueda estar en la grada, mejor no firmar a nadie". Otros años ha sucedido esto y hay casos muy puntuales como los de Saval, los africanos Bangoura y Mansaré. Las aspiraciones económicas de los que estaban en la lista eran excesivas para unas arcas "que no permiten hacerlo y es la que es", insisten desde la entidad, desde la que lamentan el hecho de que las subvenciones públicas de la pasada temporada no se hayan recibido en su mayoría.

El Pontevedra o el Guijuelo, entre otros clubs del grupo I de Segunda División B, anunciaron fichajes en las últimas horas del cierre de mercado. No lo hizo el Cacereño, que espera que no aumente la nómina de lesionados para encarar el desarrollo de la segunda vuelta con el objetivo único de la permanencia. Los malos resultados han complicado en exceso la permanencia, pero también desde dentro se dijo ayer que "este equipo está mejorado en relación al que llegó a ser quinto clasificado".