Números de pesadilla. Si sólo se tuviesen en cuenta los puntos obtenidos en la segunda vuelta, el Cacereño estaría metido de lleno en zona de descenso a Regional Preferente. Los verdes han sumado nueve puntos desde que arrancó la segunda parte de la competición, una marca que sólo es mejor que la del Villafranca (ocho) y que es la misma que la del Amanecer.

La derrota del pasado domingo ante el Monesterio (2-1) ha vuelto a llenar de vergüenza a un equipo que, si no fuese por los modestos réditos de la primera vuelta, tendría ahora la soga al cuello. En los últimos doce encuentros el conjunto que dirige Miguel Angel Mateos sólo ha ganado un partido, empatando seis y perdiendo cinco. Actualmente los verdes son duodécimos, con 39 puntos, siete por encima del quinto por la cola, el Alburquerque. El más que previsible descenso del Díter en Segunda B ocasiona que el equipo que ocupe ese lugar también baje, siempre en el caso de que ninguno de los que juegue por el ascenso --Villanovense, Cerro, Villanueva Promesas y casi seguro Don Benito-- logre su objetivo. Precisamente el conjunto de Villanueva del Fresno es el mejor de la segunda vuelta, en la que algunos equipos de abajo --sobre todo el Extremadura B-- han dado un considerable estirón (ver gráfico adjunto).

SIN SOLUCIONES Mientras, en el Cacereño continúa la parálisis interna y una evidente desidia institucional. La imagen ante el Monesterio --que ya ganó en el Príncipe Felipe-- no mejoró. El deseo general es que se acabe la temporada cuanto antes y que será entonces cuando la situación del entrenador, Miguel Angel Mateos, se reconsidere, aunque tenga contrato para la próxima campaña. Sin embargo, otro revés el próximo jueves frente al Santa Amalia tendría consecuencias imprevisibles.