El play off de ascenso está caro, muy caro. Y si el Cacereño quiere pelear por él deberá pisar el acelerador a tope. Realizar el mejor esprint final de todos los años y superar el de la campaña pasada, que fue, como poco, aceptable. Faltan once partidos, 33 puntos, y puede pasar casi de todo. Cinco de esos duelos serán en el Príncipe Felipe (el primero el domingo a las 12.00 horas frente al Ucam Murcia), seis lejos de su feudo.

Hace un año, el Cacereño encaraba sus últimos once partidos desde la décima posición con 42 puntos, dos más que ahora (octavo con 40), aunque a la misma distancia del cuarto, cuatro. En esos once partidos finales sumó 19 puntos gracias a cinco victorias y cuatro empates. Las dos derrotas ante San Roque (jornada 28) y Ecija (38) le arrebataron seis puntos con los que tampoco se hubiese metido en el play off , pero con los que sí habría logrado la plaza directa para la Copa.

Esos 19 puntos podrían ser suficientes esta temporada debido a la gran igualdad del grupo. Pero también pudiera ser que no. Además, el año pasado 6 de esos 19 puntos los sumó sin jugar por las expulsiones del Sporting Villanueva y del Poli Ejido. Ahora debe encarar todos los partidos en el terreno de juego. Y el margen de error para pelear por la gloria es mínima. Ganar el domingo no garantiza meterse en el play off . Ni tan siquiera puede suponer recortar la distancia. Pero ganar el imprescindible para seguir en esa lucha.

No hoy margen para despistarse y más teniendo en cuenta que después del partido ante los murcianos hay dos salidas seguidas. Y los rivales no son fáciles. El primero será ante un Cádiz que ve demasiado cerca el descenso; el segundo ante un Albacete que mira de frente al play off pero que teme caer en el abismo de la desaparición por problemas económicos.

Cobos recuperó ayer a Juli Ferrer. Pero no tendrá para este duelo a Gaspar y Chapi, sancionados, y Raúl Medina, lesionado. Y para la lucha final será muy importante tener a todos listos para la pelea.