Hay 40 kilómetros entre La Roda y Albacete, el único lugar donde el Cacereño ha perdido esta temporada aparte de en El Cuartillo. Fue también su última derrota, para la que hay que remontarse al 29 de septiembre. Hoy los verdes intentarán obviar esa pequeña maldición manchega y prolongar su racha de nueve jornadas seguidas sumando (17.00 horas). Lo hará con la baja de última hora de José Ramón, con una sobrecarga en el músculo isquiotibial.

El escenario ha variado mucho en las últimas semanas para el conjunto de Angel Marcos, que ha madurado rápido tras unos duros inicios y se permite el lujo de mirar la distancia que, desde el séptimo puesto, le separa del cuarto. Antes del inicio de la jornada eran cinco puntos que quizás reducirían en caso de triunfo ante La Roda.

Al CPC le está saliendo todo tan bien que ni siquiera se inquieta por las ausencias importantes que arrastra. Algo que caracteriza a su plantilla es que, sin ser muy larga, sí ofrece muchas posibilidades en cuanto a polivalencia. El nivel del teórico jugador número 8 en importancia no es muy distinto al que tiene el 16. Eso sufrirá hoy una auténtica prueba de stress , ya que ayer, durante el entrenamiento matinal, José Ramón se unió a las ya consabidas ausencias de Rubén Palero, Raúl Medina y Diop Martins. Fodé Mansaré también está lesionado, pero su aportación liguera ha sido de apenas tres minutos.

La baja de José Ramón, uno de los hombres más en forma, abre las puertas de la titularidad a Elías, lo mismo que la de Martins a Toni Moreno.

Con finalmente 13 disponibles del grupo profesional, Angel Marcos ha tenido que echar mano de Villalba, Manolo y Pintado, del filial, para completar la convocatoria. Alcala y Alvaro Juanals también están lesionados. Los futbolistas entrenaron ayer en el Príncipe Felipe por primera vez esta semana, en la que se han repartido entre el anexo y los campos de Pinilla. El resembrado césped progresa adecuadamente y las heladas lo están poniendo a prueba.

"Toda la gente está contenta", resume el técnico del Cacereño, que ha puesto el acento en descartar cualquier posible euforia. "Esa es nuestra labor: decirle a los jugadores que están muy bien los halagos y los festejos, pero que también hay que pensar que para que esto siga ocurriendo tenemos que seguir con nuestro trabajo. No les pido ganar, porque ganar siempre es imposible, pero sí mantener las formas. Se puede perder, pero que el equipo dé la cara creo que no lo vamos a perder nunca", explica.

Incluso asegura que presiente que "va a ser un partido mucho más complicado que el del domingo. Primero, porque vamos a su casa, a su ambiente. Allí no han perdido y solamente han encajado dos goles. Eso indica que el partido va a ser harto difícil. Tenemos que estar al cien por cien porque es lo único que podemos hacer".

Mientras tanto, en los locales (novenos con 23 puntos, a dos del Cacereño) son bajas el sancionado Castellanos --expulsado en Guadalajara (3-1)-- y los lesionados Patuso y Ezequiel.