"Lo hemos pasado mal, pero no nos hemos descompuesto". La frase es de Pedro Pablo Braojos. El diagnóstico era del domingo, en plena efervescencia verde tras el 4-0 del Cacereño al líder, el Betis B.

Cinco semanas antes, el propio Braojos estaba al límite. Le pudo salvar la campana, o más bien la remontada ante el Ejido (3-2). Ese mismo día pudiera haber sido sustituido el técnico toledano, a la vista del deficiente comportamiento del equipo.

En efecto. La paciencia se había agotado. El entrenador, en cualquier caso, estaba tranquilo. "Yo tenía confianza en que esto podía cambiar". Pero el crédito ya se había acabado. Hubo un antes y un después en la trayectoria del Cacereño. Angel Marcos o Pedro Buenaventura --presumiblemente el primero-- estaban destinados a suplir al técnico. No fue así.

Braojos ha pasado del cero al infinito. El propio domingo repitió lo que ya dijo en más de una ocasión durante el mes de octubre. "Sabemos que los entrenadores somos los principales responsables".

El técnico del Cacereño ha reconvertido la situación: 13 puntos de los últimos 15 le han dado la razón en sus planteamientos. Apenas ha variado su filosofía y sus futbolistas también le han avalado con su comportamiento sobre el césped. Puede que la presión la haya adelantado unos metros.

Braojos, que no encontraba el camino ni siquiera en las alineaciones, ahora tiene el problema de que todos rinden. Hay al menos tres ejemplos puntuales. El extremo Israel, en el inicio liguero uno de los pocos insustituibles, ahora es suplente de Jaraíz, que a su vez llegó a ser cuestionado. El de Almoharín repartió dos asistencias e hizo un gol.

Tomás, el teórico jefe de la defensa, también calienta banquilo. Una lesión le postergó y lleva varios partidos sin ser titular. Volverá el domingo ante el Linense, pero por fuerza mayor : Gonzalo, intocable ahora, no podrá jugar por tarjetas.

Mena también ha sido recuperado para la causa. Su titularidad ha llegado con 3 goles: uno al Sporting Villanueva y dos al filial bético. Pedro es ahora el delantero suplente.

Muy llamativo es el caso de Santi Amaro. Tras desaparecer de las alineaciones y la confirmación de Curro en la titularidad, una lesión de éste le devolvió al once. Y ha cumplido con creces: dos goles ante el Ceuta y capacidad de liderazgo. El domingo ambos terminaron jugando juntos por primera vez tras ser sustituido el intocable Lolo.

Son casos concretos, pero en el Cacereño insisten que el global del equipo es la clave. De una tacada, el propio Braojos nombró a los cinco suplentes el domingo (el meta Efrén, Tomás, Israel, Pedro y Curro). Una prueba de la reconversión sorprendente... y para bien.