Hay veces que el tiro de una apuesta a medio-largo plazo sale por la culata. Es lo que le está pasando al Cacereño con el contrato multianual que le firmó a Pablo Vargas el pasado verano. La idea era que, en su segunda etapa en el club, fuese el portero titular. Pero apenas jugó en detrimento de José Fuentes, que evidenció una forma muy superior, al menos a ojos de Julio Cobos, el entrenador. Ahora se ha dado la paradoja de que el club ha tenido que prescindir, contra su voluntad, de Fuentes, ya que no puede permitirse tener a dos guardametas con cierto caché en su plantilla.

El arquero emeritense ha sido señalado a menudo como el mejor futbolista de la pasada campaña en el CPC. Sin embargo, tendrá que irse porque el compromiso firmado con Vargas hay que respetarlo. Se han realizado acercamientos para romperlo, pero no ha sido posible. Y ahora no quedará más remedio que confiar en él, compitiendo por la portería con el joven Miguel López, al que ya se ve maduro para ofrecer un buen rendimiento en Segunda B.

La situación ha pillado a Fuentes con una mezcla de resignación y estupefacción. Sin ánimo de polémica, aunque reforzado por una oleada de solidaridad de los aficionados en su perfil de Twitter, ayer acertaba a decir: "Estoy tranquilo. Es una situación que no tiene vuelta de hoja y que hay que asumirla. ¿Que si me lo esperaba? No, sobre todo por cómo había ido la temporada. Pero precisamente por eso tengo que estar contento y a la hora de buscar otro equipo será más fácil que si hubiese estado en el banquillo".

"Me hubiera gustado seguir --agregó--;

Su prioridad es quedarse en la región. "Va a nacer mi segundo hijo y no voy a irme fuera por cuatro duros. Si me tengo que quedar en un Tercera, lo haré. Espero que me pueda salir algo bueno por aquí", indicó. Villanovense y Badajoz CF aparecen como dos posibles novios .