Sin delanteros titulares. En el peor momento posible el Cacereño ve imposible recuperar de sus lesiones a los dos arietes de los que dispone en la primera plantilla y más que posiblemente tendrá que recurrir de nuevo al jovencísimo Guillén para ocupar el puesto de nueve el domingo ante el Villanovense.

Joaquín aún arrastra molestias en el aductor y no pudo entrenar ayer, lo mismo que su compañero de posición Diego Morgado, cuya curación en su rotura fibrilar sí da alguna esperanza de poder tenerle el domingo. El club no descarta forzarle dentro de la precaución en para un partido que está adoptando tintes casi dramáticos con el paso de los días. El Cacereño lleva cuatro derrotas consecutivas, mientras que para el Villanovense una victoria sería el último asidero para soñar con la salvación.

"PREOCUPADO" Ismael Díaz, técnico verde, asumía ayer con la máxima naturalidad posible las dificultades, pero se confesaba "preocupado" por la situación que se ha generado, con el equipo quinto por la cola. Aún así, lanzó un mensaje de optimismo y dijo que está "confiado" en poder reflotar al equipo en la clasificación. Su trabajo ahora está bastante relacionado con lo anímico, ya que posee una plantilla joven con pocas escamas en este tipo de problemas. "Esperemos que sepamos jugar con esto y no achicarnos", remarcó Díaz.