El empate del jueves ante el Alcalá (0-0) no enciende aún las alarmas en el Príncipe Felipe, pero el último parcial del Cacereño (dos puntos de nueve posibles) no son de los que dan tranquilidad. Por eso, la idea de José Luis Montes de hacer una minipretemporada navideña hasta el choque ante el día 9 ante el Leganés coge ahora más fuerza y justificación. El propio entrenador reconoce que teme un bajón en el equipo durante el mes de enero y quiere prevenirlo con contundencia.

De hecho, el cambio de fecha del choque ante el Alcalá, que en principio estaba programado para el día 2, estaba más pensado para este periodo en el que los entrenamientos se intensificarán que en dar más descanso a los futbolistas. Sus vacaciones serán de seis días en total (24, 25, 26, 30 y 31 de diciembre y 1 de enero), quedando el resto para un trabajo específico en el que Montes pueda inculcar con más profundidad y precisión sus ideas. Hasta ahora, lo que ha hecho ha sido más bien una cura de emergencia que ha conseguido sacar al Cacereño de zona de descenso.

LAS CUENTAS El técnico decía el jueves que a estas alturas le faltan tres puntos para que sus cuentas de cara a la permanencia cuadren por completo. Pudo conseguir dos ante el Alcalá, pero los suyos han perdido la efectividad que los caracterizó a su llegada al banquillo.

Otra cuestión es el terreno de juego del Príncipe Felipe, que si ya empezó la temporada estando en malas condiciones, ahora resulta poco menos que impracticable. "No se puede hacer mucho más, pero habrá que adaptarse. No soy una persona que esté quejándose siempre", dijo Montes. Tampoco se lamenta de que, de momento, su club no pueda inscribir a nadie en el plazo establecido por la denuncia de Rubén Jurado y Dieguito ante la AFE. El Cacereño cree que se solucionará y que podrá llegar algún futbolista. "Si viene, bien. Si no, trabajaré con lo que hay", resumió su entrenador, que confía en ir dando cancha poco a poco a Rai, hasta ahora con distintas lesiones.