El Cacereño es ya un poco menos cacereño . Después de no rascarse el bolsillo para comprar acciones del nuevo Club Polideportivo Cacereño SAD, pocos tendrán entre la afición el derecho efectivo de revertir las decisiones que se tomen para el devenir de la entidad verde en el futuro. Félix Campo, con el 98 por ciento de las acciones, ya es prácticamente el dueño de la entidad y así lo hará notar en la próxima junta de accionistas.

Sólo 43 fueron los valientes se atrevieron a adquirir acciones de la nueva sociedad anónima deportiva, la quinta que se lleva a cabo en la región, aunque una de ellas ya desapareció --el Mérida SAD--. El proceso de venta de acciones no tuvo ningún calado entre los aficionados cacereños y ningún socio ni empresario se atrevió a comprar títulos con los que poder tener representación en las decisiones del club más histórico de la ciudad.

DECIDIDO

Félix Campo, al que todos veían como un aventurero inversor, sin más, en el mundo del fútbol, ha ofrecido mucha decisión a la hora de hacerse con más del noventa por ciento de la sociedad. El empresario salmantino esperó a que todo el mundo tuviera su oportunidad para invertir en el Cacereño y sólo cuando iba a expirar el plazo tiró de cartera para convertirse en el dueño de la entidad. En total, más de 400.000 euros, que habría que sumar a lo ya gastado en los últimos dos años. La ciudadanía cacereña sólo ha aportado 10.000 (ni dos millones de pesetas), si quitamos los 30.000 (cinco millones) que se ha gastado el ayuntamiento cacereño.