Cacereño: René; Oscar Prats, Carrizosa, Gonzalo, Dieguito; Chapi, Lolo, Tomás, Manolo (min. 54, Alex); Rocha (min. 78, Juanín) y Luismi.

Pontevedra: Orlando; Aitor, Cristian, Sergio, Claudio; Javi (min. 74, Aicart), Juan Carlos (min. 57, Iván Espadas), Rubén Pardo (min. 74, Teo), Rubén y Douglas.

Arbitro: Vizuete Sánchez (Andaluz). Tarjetas amarillas a los visitantes Alfonso, Aicart y Rubén Parado.

Estadísticas: 9 remates del Cacereño, 7 del Pontevedra; 3 y 2 córners; 11 y 17 faltas; 9 y 8 centros al área.

Incidencias: Alrededor de 2.500 espectadores en el Príncipe Felipe, 30 de ellos visitantes. El extécnico del Cacereño en los 70 Navarro Corona hizo el saque de honor. Terreno de juego mal, como es costumbre.

Un empate, al fin y al cabo, no es mal resultado en los tiempos que corren y en la coyuntura en la que se mueve el grupo de José Luis Montes. Con un colchón importante de puntos, el Cacereño no pasó del 0-0 ante el Pontevedra, con lo que restó posibilidades a su rival, que sigue estancado, pero ralentizó su camino hacia la tranquilidad absoluta.

En un partido técnicamente pésimo, el Cacereño perdió una ocasión inmejorable para aliviar definitivamente las tensiones propias del momento. Los gallegos, sin duda el peor equipo que ha visitado el Príncipe Felipe esta temporada, se llevaron un punto casi sin querer, ya que renunciaron a arriesgar cuando le iba la vida en el partido y la igualada era un corto botín ante las urgencias.

Como el domingo anterior en Almendralejo, Montes apostó por poblar el mediocampo con la inclusión de Manolo y Tomás. A ello unió la inclusión en la delantera del capitán, David Rocha, haciendo pareja con Luismi. En contra de lo que había anunciado a los periodistas, dejó a Alex en el banco, con Mauri sancionado.

El partido de ayer dejó constancia de lo importante que es la presencia de Abel Segovia en la zona ancha. Pese a la calidad indiscutible de Manolo, cuando Segovia no está el equipo se resiente. El balón no fluye y las ideas se acortan. El estajanovismo en defensa de Tomás y Lolo aparece como insuficiente a la hora de crear. Y el Cacereño no creó y sí contemporizó con el resultado y con su fútbol.

Dada la endeblez del rival --además, dos de sus mejores hombres, Santi Amaro y Dani Pendín no jugaron-- el Cacereño lo tenía todo a favor para conseguir el triunfo. Y, pese a completar un mal encuentro, dispuso de varias ocasiones claras para lograrlo.

En el primer acto, primero Gonzalo --espectacular el canterano atrás-- y después Luismi por dos veces no estuvieron finos en la definición. Especialmente diáfana fue la opción de cabeza del bullicioso delantero en el minuto 44, pero su testarazo, a centro medido de Prats no encontró puerta, con todo a favor.

TEDIO El propio Luismi no acertó delante de Orlando Quintana en el inicio de la segunda mitad, en la que Montes apostó por Alex para romper la defensa gallega, un muro por el centro, por el que nunca encontró acomodo un flojo David Rocha.

El encuentro se fue diluyendo por momentos hasta desembocar en un tedio casi insufrible. Acostumbrados a ver un fútbol notable en los últimos meses en el Príncipe Felipe, pese a todo, se asistió ayer a un espectáculo pobre en cuanto a vistosidad.

El Cacereño y el Pontevedra rindieron su particular batalla en el centro del campo, donde ni uno ni otro dominaron los tiempos. Prueba de ello es que tanto René, meta local, como el visitante Quintana asistieron como unos espectadores más al desangelado duelo. A fin de cuentas, lo que importaba era no perder... al menos para los verdes.