Da igual que enfrente esté el primero, el décimo o el último de la clasificación. El Cacereño se la va a jugar en cada partido. Y en el de esta tarde ante el Guadalajara (16.30 horas, Príncipe Felipe) por supuesto que también.

Acumulados ya cuatro encuentros sin ganar, al grupo de Angel Marcos le pesa ya la urgencia de conseguir tres puntos en cada encuentro. Por ello el duelo ante el cuarto clasificado se vuelve a tornar como vital para las aspiraciones verdes de aquí al final de campeonato.

LUCHA ABIERTA El Cacereño, en puesto de promoción de descenso con 31 puntos, sigue jugando aceptablemente, pero las circunstancias le están pudiendo. Ante el Oviedo, el Universidad de Las Palmas y ante el Toledo se han ido puntos en el último suspiro, lo cual ha creado ya un halo de nerviosismo en el entorno del club, que Marcos ha querido frenar intentando concienciar a los jugadores con charlas ya desde los lunes, momento de hacer terapia y, como insiste el técnico, de olvidar lo ocurrido horas antes. Aun así, es inevitable pronunciar la palabra infortunio cuando se recuerdan acciones puntuales como el lanzamiento de David Rocha en Toledo, que dio en los dos postes y se salió finalmente fuera.

Llega, mientras tanto, el Guadalajara en un tono menor al que se enfrentó el Cacereño en la ida en el Escartín, cuando el cuadro entrenador por Félix Arnaiz Lucas era líder. Entonces, el cuadro alcarreño hizo el 1-1, cómo no, en el tiempo de prolongación.

Pero para esta tarde se quiere escribir otra historia. El Guadalajara ya no es el que era, aunque tiene un punto en común con los extremeños porque considera que los arbitrajes le están perjudicando en exceso.

Para el choque de esta tarde seguirá siendo baja uno de sus hombres más importantes, Marco Navas, hermano de Jesús Navas, brillante extremo del Sevilla. Tampoco estará el sancionado Antonio Moreno.