El Cacereño vuelve a afrontar mañana otra particular final rodeado de problemas. El encuentro ante el Linares (17.00 horas) supondrá una nueva acumulación de bajas, entre las que se incluirán los dos delanteros, Sergio Morgado y Joaquín.

Tras una semana llena de lesiones y de entrenamientos lejos del estadio, en la que incluso se confirmó que uno de los fichajes, Marcos Gallego, tiene muy complicado volver a jugar, el equipo verde afrontará la cita ante un rival directo en la lucha por no descender con lo puesto. Santi fue operado ayer y no retornará hasta casi final de liga, Guy sigue entre algodones; Gabi ha estado enfermo y Mauricio, otro de los fichajes, tiene problemas musculares, al igual que Jurado. Con todo ello, el entrenador, Ismael Díaz, si finalmente no recupera a Joaquín, tendrá que volver a jugar con Guillén en punta de ataque.

Mientras tanto, el propio técnico dijo ayer estar convencido de empezar a remontar el vuelo. Al mismo tiempo, afirmó en la Ser que el Linares "es el equipo más caro del grupo", pese a que está en la zona baja de la tabla, lo cual da idea, en su opinión, de que las apuestas con dinero no equivalen a triunfos.