La clasificación del Cáceres 2016 para los play off de ascenso a la Liga ACB es un arma de doble filo. El tiempo dirá si la heroicidad protagonizada por el grupo de Ñete Bohigas, plantándose en la fase decisiva tras las penurias de toda una temporada cobrando tarde, sera beneficiosa en términos estratégicos. Sí, debemos estar atentos a lo de siempre, y no por cansino el tema debe dejarse a un lado tras el éxtasis deportivo. Y es que, una vez más, pesa la incógnita de si habrá baloncesto la próxima temporada. Es la eterna cuestión. Los indicios, hoy por hoy y pese a la euforia, insisto, son negativos: me parece bien que el presidente Felipe Fernández se vaya, ante la indefinición política de desconocer cuándo se pagan las subvenciones. Y esta semana habrá una asamblea en la que todo se hablará sin tapujos. La solución está, como siempre, clara: que llegue un empresario solvente o, en su defecto, un compromiso político real. Si no hay algo así, lo mejor es mandarlo todo a paseo.