Wayne Simien tiene muy pocas posibilidades de reaparecer mañana con el Cáceres 2016 en el partido frente al Beirasar Rosalía (21.00 horas). El pívot norteamericano sigue extremando la prudencia en la rehabilitación completa de su rodilla izquierda, inflamada desde hace casi un mes cada vez que realiza un esfuerzo con ella.

Será, si no hay sorpresa monumental, el cuarto partido consecutivo que Manuel Hurtado no puede contar con su jugador-franquicia, aunque no se puede quejar de los resultados hasta ahora, con tres victorias en otros tantos encuentros. La benigna fase del calendario invita a no forzar una pieza que debe ser fundamental en la recta final de la liga regular.

Simien no ha entrenado con sus compañeros y continúa ejercitándose en solitario, tanto en el gimnasio como en la pista. Su estampa sentado en el banquillo leyendo un libro de comprensión del español mientras que el resto de la plantilla corre por la pista se está haciendo habitual.

Tanto Simien como Panadero, que se ha perdido algún entrenamiento esta semana para no forzar más su maltrecha rodilla, acudieron ayer al Colegio Castra Caecilia y hablaron con los niños de este centro, a los que intentaron inculcar los valores del deporte y contaron anécdotas.

COMPARACION Pese a los problemas físicos de los dos jugadores, en el Cáceres 2016 se viven momentos de felicidad por las cinco victorias consecutivas que acumula. Incluso se resalta un dato para darle más valor a lo que se está haciendo esta temporada, pese a los altibajos en el rendimiento del equipo: hace un año, en la misma jornada de la liga regular de la LEB Plata, el balance entre victorias y derrotas era peor (11-11) que el que se ostenta actualmente (12-10). Al igual que ahora, aquel Cáceres 2016 estaba en medio de una racha de triunfos que no pararía hasta el octavo seguido.

Después de la visita del colista Rosalía mañana, llegarán partidos que en teoría son más exigentes que los del último mes de competición: Clínicas Rincón Axarquía (fuera), Lucentum Alicante (casa), Basquet Mallorca (fuera) y Melilla (casa).