Juan Sanguino podrá jugar ante el Tenerife mañana, aunque sea protegido con una máscara en su fracturada nariz. El Cáceres 2016 recupera así a su pívot, al que no tuvo en Los Barrios, y espera contar, al menos durante unos minutos, con su otro jugador interior lastimado, el estadounidense Adrian Moss.

Cara y cruz en el entrenamiento de ayer del equipo de Piti Hurtado. Sanguino trabaja a satisfacción protegido por una máscara especial, no así Moss, que continúa renqueante. El norteamericano sigue entre algodones y así ocurrirá hasta el final de temporada, aquejado de distintos problemas físicos.

La actitud global del grupo durante los últimos encuentros, pese a los inconvenientes que se han ido acumulando, hace que el panorama se torne ahora más esperanzador y que incluso no se descarte entrar en play off.

ACTITUD A FAVOR Si el miércoles se estuvo a punto de vencer a Los Barrios con un solo pívot (Diego Guaita), ¿por qué no dar la sorpresa ante el, eso sí, más poderoso Tenerife, si se tiene a un elemento más en la rotación?, se preguntan en el Cáceres, que espera que la afición siga respondiendo y que ayer hizo un nuevo llamamiento para que los socios puedan retirar una entrada-invitación a lo largo del día y en la mañana del miércoles en la sede del club.

El equipo, mientras tanto, sigue trabajando en circunstancias muy especiales. Como ejemplo se podría poner que ayer hubo cinco jugadores de la cantera en el trabajo de tarde: Víctor Lajas, Miguel Guillén, Dida, Pedro Clemente y Luis F. García. Alguno de ellos tendrá que ser citado ante el Tenerife. Con todo ello, se insiste en que el equipo seguirá dando la cara hasta el último encuentro de esta atípica y accidentada temporada.