No está siendo el inicio soñado para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad de su décima temporada de actividad. Con una derrota ya en el zurrón, la baja de uno de sus referentes y los problemas físicos de otros jugadores acude a la pista del Actel Força Lleida para disputar la segunda jornada de la LEB Oro (21.00 horas, Canal FEB TV y Radio Sansueña).

Sí. Nikola Rakocevic sigue afectado en sus vértebras por el golpe que recibió tras un encontronazo con Ragnar Nathanaelsson y se quedó en tierra, mimado por los servicios médicos del club y con el horizonte puesto en el siguiente fin de semana en la visita del Breogán. Habrá que tener paciencia porque le cuesta incluso andar rápido.

De momento, los demás tendrán que multiplicarse para ocupar un hueco que el entrenador del Cáceres, Ñete Bohigas, cifró en 14 puntos de anotación y, más allá de eso, capacidad de decisión en momentos de atasco.

Sin embargo, no es que los demás estén por lo general muy allá: Sandi Marcius apenas ha entrenado durante la semana, atormentado por la rodilla que le ha dado problemas desde el primer día; Guillermo Corrales sufre un pequeño esguince; Sergio Pérez arrastra molestias en un glúteo y José Antonio Marco sigue con el gemelo muy delicado, protegido por una venda. Los tres tendrán muchos minutos hoy, pero no al cien por cien.

Por si fuera poco, enfrente estará un equipo que no es de los grandes de la competición, pero que llegará muy crecido después de una inesperada victoria en la pista del San Pablo Burgos en la jornada inaugural (81-88). Curiosamente, logró romper los pronósticos del modo más radical, ya que jugó sin dos de sus componentes más experimentados, Alfons Alzamora y Juan Pablo Sutina.

En este escenario de mal tiempo, Bohigas prefirió poner buena cara. «Es que no me gusta llorar», justificó. Sin embargo, al final resultó inevitable que se quejase de las circunstancias. «Es que cada día nos encontramos con trabas. Lo único que quiero son dos semanas para entrenar con todos y poder progresar en determinados aspectos del juego», declaró, justo antes de montarse en el autobús hacia Lleida.

JUEGO ALEGRE / «Nos vamos a encontrar a un rival que juega muy alegre y desinhibido. Quizás tener lesionados les hizo variar su estilo frente a Burgos», comentó el entrenador. Mencionó varios nombres a tener en cuenta y que son debutantes en la LEB Oro: el base Luka Rupnic (dio 8 asistencias en El Plantío), Garrett Nevels (capacidad de anotación procedente de la EBA) y Leonardo Demetrio, un pívot brasileño que la pasada campaña llegó a jugar un mes en la Liga Endesa con el Fuenlabrada. Miqui Feliu --uno de los mejores españoles de la segunda competición en los últimos años-- y Gerard Sevillano se reservan con una cuota importante de protagonismo.

Es precisamente en el núcleo de los nacionales en lo que más se agarra Bohigas en estos momentos complicados. «Es que tenemos un grupo de nacionales que controla la liga a un excelente nivel», argumentó. «Y mantenemos las ganas de hacerlo bien. Te frustra no tener gente para entrenar, aunque los juniors nos están ayudando muchísimo. Pero no quiero parecer pesimista: los que estemos, estaremos para competir», aseguró.

Para ello se espera que crezca la aportación de determinados jugadores, como el lituano Zigimantas Riauka. Respecto a Nathanaelsson (-7 de valoración en 6 minutos ante el Melilla) se va a ser paciente. «Ya sabíamos que hay que enseñarle a jugar en España», indicó Bohigas sobre el islandés de 2,18.