El Cáceres Patrimonio de la Humanidad ha concentrado su trabajo de la semana en entrenar por las mañanas con el objetivo de adaptarse al horario matinal de su próxima cita, que será mañana ante el Leyma Coruña (12.00 horas, Multiusos Ciudad de Cáceres).

No es nada habitual en los últimos años para el equipo extremeño jugar apenas unas horas después del despertar. Los hábitos cambian inevitablemente y para evitar que haya repercusiones negativas se está poniendo el acento desde el cuerpo técnico.

Especial temor hay en el primer cuarto, que está siendo una rémora durante la mayor parte de lo que va de temporada. El 29-15 encajado en los primeros diez minutos en Melilla el martes ha sido el último ejemplo de que la puesta en escena cacereña no está siendo positiva.

Es algo que viene ya desde la primera jornada, ante el Palencia (17-31) y que continuó en la segunda (29-21 en Lleida), tercera (10-23 frente al Breogán) y cuarta (24-16 en Oviedo). La tendencia se ralentizó en la quinta (diferencia mínima en contra ante el Prat, 13-15) y en la sexta (empate frente al Gipuzkoa, 16-16). El acumulado es de 167-108, lo que supone un desfase medio de 8,2 puntos.

El Cáceres distribuyó ayer unas declaraciones de Luis Parejo en las que calificaba de «salida rara» lo sucedido en Melilla. «Sabíamos que era complicado. Poco a poco nos fuimos encontrando mejor, pero lo único que pudimos hacer fue recortar distancias. Fue una brecha demasiado amplia».

La esperanza de poder mirar con mayor optimismo se basa más bien en los partidos de casa, que Parejo reconoció estar «afrontando de otra manera». «Tenemos mucha confianza y se ve una mejoría», resumió. Y echó la vista atrás cuando mencionó que el Retabet Gipuzkoa perdió en el Multiusos como colíder y que ahora llega Leyma Coruña en la misma situación. «Esperemos que pase lo mismo», apuntó. Sobre los gallegos, señaló que «sigue el bloque de la pasada temporada, con mucha confianza también por sus resultados. Tenemos que salir muy fuertes para ponerles las cosas difíciles. En casa nos sentimos muy arropados». También lanzó una invitación al público que dude: «El domingo por la mañana no hay mejor plan que venir». H