Será la primera final de la temporada: el próximo sábado, a las 19.00 horas, en el pabellón El Plantío de Burgos, El Cáceres Patrimonio de la Humanidad visitará al Tizona en partido aplazado de la séptima jornada con la imperiosa necesidad de ganar. Si no lo hace, entrar entre los cinco primeros del subgrupo A de la LEB Oro para acceder a la segunda fase con los mejores se pondrá muy difícil.

Tras la derrota del viernes ante el Destino Palencia (60-72), el conjunto verdinegro continúa último, ahora con un balance de 3-6, pero tiene todavía la carta en la manga de mejorar su situación gracias a los dos encuentros que están pendientes.

El más cercano es el del Tizona, un recién ascendido que también ha arrastrado problemas con el covid-19 y que es penúltimo con el mismo número de victorias, aunque un encuentro jugado más (10). Su plantilla apenas ha variado respecto a la fecha en la que tendría que haberse enfrentado al Cáceres, el 5 de diciembre, y no tendrá bajas significativas. Sí ha vivido el sustancial cambio de entrenador. Lluis Riera sustituyó a Jorge Elorduy a finales de noviembre y bajo el que la imagen del equipo ha mejorado.

Sumar es vital para ambos conjuntos, que no pierden la esperanza de rebasar a los equipos que tienen por encima porque de hecho los tienen cerca. Hay tres clubs que parecen tener asegurada su presencia entre los mejores en la segunda fase: Breogán (10-2), Leyma Coruña (8-3) y Palencia (7-5) y la duda está en ver qué otros dos les acompañarán. De momento la ventaja la llevan Real Valladolid (6-6) y Oviedo (5-5), pero como se puede observar resulta difícil hacer cálculos cuando no todos tienen el mismo número de partidos disputados entre la cuestión de los aplazados y que cada jornada descanse uno.

FICHAJES... EN OTROS / De hecho, el Ourense (3-9) no pierde la esperanza de engancharse al vagón de cabeza y acaba de reforzarse con los fichajes de Andre Spight y Evan Yates, mientras que el Melilla (4-6) ha hecho lo propio con Njagos Sikiras y vivió un considerable empujón a sus aspiraciones el viernes superando al propio Tizona a domicilio (88-90).

En el Cáceres, salvo giro en lo que se está proyectando en las oficinas del club, no se contemplan cambios en su plantilla. Ha habido una lluvia de ofrecimientos, sobre todo en lo que se refiere al juego interior, pero se confía en los jugadores que ahora están y la situación económica del club, sin apenas ingresos por abonos y entradas --el de Palencia fue su tercer partido consecutivo sin público en el Multiusos-- no va a arriesgar en operación alguna a no ser que la vea muy clara.

Lo que se anhela es sobre todo es continuidad en la disputa de encuentros y, si no vuelve a haber contratiempos, la habrá entre finales de enero y principios de febrero con las apretadas citas consecutivas con escaso margen frente a Valladolid (día 29), Melilla (2) y Oviedo (7). Blanco intenta evitar esta excusa, pero hay un dato chocante: a 17 de enero su equipo solo ha disputado nueve partidos oficiales cuando en esta misma fecha de la temporada pasada contabilizaba el doble (18).

En Burgos espera además uno de los protagonistas verdinegros de la anterior campaña: Ricardo Úriz. Cumplió 40 años el pasado mes de julio y su rendimiento, al menos estadístico, parece haberse resentido respecto a su época en el Multiusos (de 12 a 7 puntos de media, de 40,2% en triples a un 22,9%), pese a permanecer en pista prácticamente el mismo número de minutos.