El técnico Ñete Bohigas se encontró ayer con solo siete jugadores profesionales en el entrenamiento. Y es que el Cáceres Patrimonio de la Humanidad está sufriendo una auténtica epidemia de bajas. Las dos últimas son las de Añaterve Cruz, prácticamente descartado para jugar el viernes en la pista del Barcelona B, y Rolandas Jakstas, reservado por precaución por la sobrecarga de una de sus rodillas.

La consecuencia es que la urgencia por fichar un pívot que ocupe el hueco dejado hace una semana por Tautvydas Slezas se acrecienta. El club ha agilizado las negociaciones a varias bandas, pero, a la vista de su disponibilidad económica, no tiene fácil asegurarse un refuerzo de calidad. Además, varios equipos de la LEB Oro también están moviéndose en el mercado con el mismo objetivo.

El parte médico es para echarse a temblar, empezando por Cruz, que ayer vio confirmado su esguince de tobillo de grado 2 sufrido en el choque del pasado viernes ante el Ourense. Solo una milagrosa recuperación permitiría que echase una mano ante el filial azulgrana.

Jakstas, salvo sorpresa, sí jugará, pero hay que tener cuidado con una rodilla que tiene muy sobrecargada. Hoy se le espera de regreso a la pista.

Por su parte, Ben Mockford será operado hoy por el doctor Millán de la fractura de la fractura del dedo meñique de su pie derecho.

Otro jugador intervenido quirúrgicamente hace algunas semanas, Mansour Kasse, viajó a Tarragona para una revisión. Avanzado mayo podría volver a jugar si todo va bien.