El Cáceres Patrimonio de la Humanidad avanza pasos en su preparación para el partido del próximo sábado en la pista del Marín. El equipo parece haber recuperado el impulso después de que su derrota en la jornada inaugural de la LEB Oro frente al Levitec Huesca le dejase entre estupefacto y herido.

«Las sensaciones fueron muy agridulces porque llegábamos con mucha ilusión, con muchas ganas, pero no fuimos capaces de expresar todo el trabajo que habíamos refrendado durante toda la pretemporada. Tenemos que estar tranquilos. Estamos trabajando bien. Somos un muy buen grupo humano», destacó ayer, en declaraciones difundidas por el club, el habitual portavoz del vestuario, el capitán Luis Parejo.

«Fue una derrota dura. Habíamos trabajando bien», le secundó el pívot Jorge Bilbao, que apeló a redoblar los esfuerzos para conseguir inaugurar el casillero de victorias en la cancha de un recién ascendido como el Marín.

Al mismo tiempo, el Cáceres no pierde de vista los detalles ‘de corazón’. Parejo y Bilbao, junto a Ricardo Úriz, le dieron una espectacular sorpresa al joven canterano Javier Burgos, que se fracturó el radio este fin de semana. Acompañados del entrenador asistente Javier Salas se presentaron en su casa para regalarle una camiseta firmada por toda la plantilla. Como es fácil de imaginar, le hizo una enorme ilusión.