El Cáceres sigue agonizando, pero se resiste a morir. Durante toda la tarde de ayer los seguidores cacereños al baloncesto esperaron un comunicado del club (que estaba incluso escrito) en el que supuestamente iba a informar de la decisión definitiva de no inscribirse en la LEB Oro la próxima temporada y competir en la EBA. Los directivos se reunieron, pero decidieron no dar ese paso definitivo y utilizar su última bala para intentar competir en la segunda categoría del baloncesto nacional.

Pero la decisión que no se tomó ayer deberá tomarse hoy antes de las 13.00 horas, momento en el que expira el plazo dado por la Federación Española de Baloncesto a los clubs que hace unos días habían solicitado una moratoria para presentar toda la documentación. Algunos, como el Ourense o el Lobe Huesca, han conseguido reunir el aval necesario para inscribirse (180.000 euros), el principal obstáculos (junto a la cuota de inscripción, 40.000 euros) que separa al Cáceres de ese mismo paso.

Los directivos del Cáceres tienen previsto reunirse hoy con Antonio Pedrera, director general de Deportes de la Junta, una reunión que estaba programada desde hace muchos días y que puede ser la última esperanza para el equipo cacereño.

La semana ha sido intensa y las gestiones muchas. Uno de los más implicados, el concejal de Deportes de Cáceres, Pedro Muriel, ha tratado de buscar apoyo empresarial para el club, aunque sus gestiones tampoco han prosperado. Ayer, durante el pleno municipal, la alcaldesa Elena Nevado fue preguntada por el grupo municipal socialista sobre el futuro del Cáceres, a lo que ella contestó recordando todas las gestiones que han realizado con empresas de la ciudad y apuntando que la junta directiva es la responsable y que las instituciones llegan donde llegan.