El Al-Qazeres por fin lo tiene claro: aspirará a acoger la fase de ascenso a la Liga Femenina de baloncesto si consigue los apoyos necesarios en las próximas semanas.

El club, tras un largo proceso de análisis a nivel interno, ha decidido dar un paso adelante e intentar contar con la ventaja extra que supone jugarse subir en casa. Sería del 28 de abril al 1 de mayo en el pabellón Serrano Macayo y ya se está trabajando en los detalles de la candidatura con la que se quiere convencer a la Federación Española.

VITORIA, PRIMER RIVAL Por lo que parece, Cáceres tendrá varias ciudades con la que competir. La más opción más sólida es la de Vitoria, a la vista del entusiasmo que está levantando esta temporada el equipo de la capital alavesa, el Araski, que ya ha expresado, aunque sea a nivel extraoficial, sus intenciones.

La pelea se presenta abierta y dependerá, como es habitual, del aspecto económico. Lo habitual es pagar un canon a la FEB y además hacerse cargo de los gastos que genere la competición, tanto de los ocho equipos participantes como de los árbitros y de los directivos federativos que formen parte de la organización.

El Al-Qazeres está llamando ya a las puertas de las instituciones para que colaboren. Se considera que ascender en casa sería la culminación perfecta a una temporada en la que solamente se han perdido tres encuentros hasta el momento y en la que se roza asegurar el primer puesto al final de la liga regular del grupo A.

Los cuatro primeros de ese grupo y los cuatro del B estarán presentes en una intensa lucha por dos puestos en la Liga Femenina la próxima campaña.

Primero y cuarto de un grupo y segundo y tercero de otro disputarán sendas liguillas (tres partidos en tres días a partir del jueves 28). Los dos primeros de cada uno de esos grupos disputarán en aspa unas semifinales decisivas el domingo día 1. Las cacereñas están ya clasificadas matemáticamente en el grupo A, lo mismo que el GDKO Ibaizabal y el Araski. Al cuarto puesto aspiran León, Adareva y Ciudad de los Adelantados. En el B, es segura la presencia del Alcobendas y virtual las del Sant Adriá y el Rivas Promete. Detrás hay al menos cinco equipos que todavía tienen posibilidades matemáticas de ser cuartos.

El Al-Qazeres tiene experiencia en la organización, un argumento que intenta esgrimir para que la balanza se pueda desequilibrar a su favor: ya fue el organizador de la fase final en el 2013. La única contrariedad fue que se quedó a las puertas del ascenso, perdiendo el encuentro decisivo frente al UPV (62-70). Un año después sí consiguió el éxito en la misma cita, que en aquella ocasión se trasladó a Logroño.