Ya ni la cantera. El histórico Cáceres Club Baloncesto encara su desaparición después de que sus responsables prevean dimitir y no lo hayan inscrito en competición alguna para la temporada 2006-07. Es el último capítulo de una lenta agonía anunciada: primero fue la quiebra de la sociedad anónima deportiva que lo albergaba (2003) y después, la venta de la plaza en la Liga LEB (2005). Los últimos meses al menos se conservó la estructura de las categorías inferiores y un equipo en Primera, además de impulsarse la participación en el Circuito sub-20. Nada de eso sobrevivirá ahora... bajo esa denominación ya maldita .

"Hemos decidido crear un club totalmente nuevo. Yo no sé por qué, pero cuando ibas a las empresas diciendo que eras del Cáceres CB no querían saber nada", cuenta su aún presidente, José Manuel Sánchez, que se hizo cargo de la entidad hace un año tras la dimisión de la anterior directiva.

Tras doce meses en el puesto también ha decidido tirar la toalla y ser uno de los impulsores del nuevo Cáceres Ciudad de Baloncesto, cuya cabeza visible es Miguel Angel González. Su creación ya está formalizada y pretende tener un equipo en Primera, dos juniors, dos cadetes, dos infantiles y dos de minibasket. "Queremos que el baloncesto sobreviva en esta ciudad, porque de estar en la ACB en poco tiempo hemos pasado a no tener casi nada", se queja Sánchez. Una de las claves de la nueva entidad es su acuerdo por cuatro años con el Instituto Norba Caesarina para utilizar su pabellón, aunque antes hay que renovar el suelo, un gasto que está dispuesto a asumir el club. Seguirá vistiendo de verde, una de las señas de identidad del pasado baloncestístico de la ciudad.

¿Y el viejo Cáceres? Todos reconocen que está sin duda en el preámbulo de su definitiva desaparición, sobre todo teniendo en cuenta que siempre tendrá sobre él la espada de Damocles de que se le reclamen judicialmente las deudas anteriores.