Confía el Cáceres Patrimonio de la Humanidad que este tramo del calendario, en el que abundan los rivales fuertes, no se le haga tan largo como el propio nombre del equipo al que se enfrenta hoy, el B The Brand Travel Mallorca-Palma. Será a las 21.00 horas en el Multiusos como segunda estación de un posible calvario que empezó el pasado viernes en Melilla y continuará la semana que viene contra Breogán y Ourense. A nadie le podría extrañar acabar con 0-4 este complicado ciclo, pero los jugadores de Roberto Blanco intentarán evitarlo como sea.

Indiscutible es que los baleares son candidatos a luchar por el ascenso, como los otros tres. El mero hecho de haber fichado a tres jugadores fundamentales en el Betis que apenas perdió partidos la pasada temporada es un mensaje en sí mismo, aunque uno de ellos, Matt Stainbrook, no ha podido debutar por lesión, y para reforzar su posición acaba de llegar nada menos que un exinternacional como Xavi Rey. Los otros dos son Thomas Bropleh y Babatunde Olumuyiwa.

El Cáceres ha intentado lamerse las heridas después de su tropiezo en Melilla, buscando respuestas al parcial inicial de 15-0 y a que luego, cuando consiguió meterse en el partido, volviese a irse mentalmente de forma fulminante. «Hemos incidido mucho en cómo evitar que nos pase. Debemos tratar de no precipitarnos por ganas y ansiedad. Son errores puntuales y hemos trabajado para no repetirlos. Ha sido una buena semana de entrenamientos», resumió Blanco.

Se mostró el técnico ayer muy optimista. «Tenemos herramientas para poder frenar el potencial de Palma. Ganar a un equipo así es todo un reto», reiteró, confirmando la impresión general de que enfrente estará una de las mejores plantillas de la competición. Eso sí: no ha empezado excesivamente bien, con dos victorias y dos derrotas. Ese mismo balance le sabe mejor al Cáceres.

«Hay fases de juego en los que parece un equipo de una categoría superior, pero que en dos meses no es fácil ensamblar jugadores de tanta calidad y tanta importancia y presencia en sus equipos anteriores», explicó Blanco. Él también tiene una misión similar con los suyos, aunque más bien por el matiz de que en su vestuario abundan los jóvenes sin experiencia en la LEB Oro. Su oponente en el banquillo es Félix Alonso, un entrenador que la pasada temporada ya condujo al Palma a la final por el ascenso ante el Bilbao Basket. «Fue sensacional. Y esta temporada acabarán jugando igual de bien», resumió el placentino.

Estarán todos disponibles después de que Nikola Rakocevic y Sylvester Berg se hayan recuperado de sus respectivos esguinces de tobillo. El del montenegrino se produjo en el propio partido de Melilla. Después de unas semanas en las que el foco estuvo más en el juego interior, ahora se espera una mejor aportación de los bases, Ricardo Úriz y Aitor Zubizarreta. Ninguno de los dos cuajó una buena actuación en el último choque.

Como ‘plus’ respecto a esa noche está el hecho de que se jugará en casa, en un Multiusos que aprieta mucho cuando consigue conectar con sus jugadores. «Somos nosotros los que tenemos que dar un paso al frente con motivación y con táctica. El empujoncito de la afición lo necesitamos desde el calentamiento», apostilló Blanco.