CACERES DESTINO TURISTICO 94: Cazorla (5), Damon Johnson (19), Washington (24), Oscar Rodríguez (18), Higgins (10) --cinco inicial-- Pérez Iniesta (0), Morales (9), Pérez Gutiérrez (9), Rivero (0).

OURENSE 80: Bernabé (19), Vázquez (10), Berenguer (7), Shoemaker (22), Wright (19) --cinco inicial-- Vila (0), Sanguino (2), Conde (0), Montañana (1).

ARBITROS: Jiménez y Palomo. Sin eliminados.

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 11-12, 20-19, 31-31, 46-46 (descansa), 55-50, 67-59, 81-63 y 94-80.

INCIDENCIAS: Sexta jornada de la Liga LEB. En el descanso se retiraron dos pancartas críticas con Caja de Extremadura y su presidente.

Espléndido Cáceres Destino Turístico, que sumó su tercera victoria consecutiva y se sube con todas las de la ley al carro de la cabeza LEB. La demostración frente al Ourense le sitúa ya entre la aristocracia de la segunda categoría: no tanto importa tanto el resultado como la sensación de equipo que desplegaron los jugadores de Ñete Bohigas, con una mezcla de solidez e inspiración irresistible.

El rival tardó resistió dos cuartos las acometidas verdinegras. Al tercero ya no pudo más y acabó capitulando, desesperado ante una defensa cada vez más comprometida y el poder anotador de la dupla Derell Washington-Damon Johnson. Los dos norteamericanos, dos adictos a montar el taco a poco que se lo propongan, se turnaron en la misión encestadora y se recrearon en todas las suertes: triples, mates, penetraciones... Un espectáculo que los dos millares de aficionados que acudieron al multiusos supo agradecer.

EN CRECIMIENTO

El Ourense es un histórico venido a menos, aunque su quinteto titular puede considerarse de calidad. De hecho, en la primera parte estuvo al mismo nivel que el Cáceres, aunque acabó bajando los brazos ante la contundencia local. La igualdad fue extrema en esos primeros veinte minutos porque ninguno de los bases verdinegros podía parar al ex Juanjo Bernabé. Y en la batalla bajo los aros, al Cáceres aún le faltaba encontrar a Oscar Rodríguez (lo haría tras el descanso), aunque es un valor seguro la fogosidad en la pelea de Mike Higgins y Pérez Gutiérrez.

Final del primer cuarto 20-19 y al descanso 46-46, incluyendo 14 puntos de Damon Johnson. Se había producido el momento emotivo de la presencia del cacereño Juan Sanguino en el rival y todo quedaba abierto a lo que ocurriese después. Y lo que pasó fue la voluntad de Derell Lacero Washington: un contragolpe aquí, un par de triples allá y el partido pareció sentenciarse en un momento: 65-55 (min. 29). El americano y la mejora defensiva de sus compañeros levantaron al público de sus asientos y esa alianza siempre ha sido difícil de frenar en Cáceres.

El arranque del último cuarto sólo sirvió para confirmar lo que ya se sabía: más dosis de virtuosismo por parte de la feroz pareja de aleros y tiempo para la exhibición. Las diferencias crecieron hasta los veinte puntos (85-65, min. 35) al mismo tiempo que la sensación de que este equipo puede hacer algo grande... y eso que aún no tiene a Bryan Sallier. Sólo la falta de dinero puede acabar con esta armonía.