AGUAS DE CALPE (16+21+17+15): Sánchez (9), Maile (8), Virgil (14), Howard (5), Torres (11) -cinco titular- Ivars (2), Dentis (8), Martín (5), Navalón (5), Zebulun (2).

CACERES 2016 (26+23+32+25): Dani López (10), Juanmi Morales (21), Kerry Blackshear (9), Ramón Moya (8), Josh Asselin (25) -cinco titular- Rafa Huertas (10), Nando Vicario (5), Francesc Cabeza (13), Iván Humanes (2) y Oscar Ruiz (3).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la quinta jornada de la fase regular de la Liga LEB. El Cáceres logra su segundas victoria consecutiva fuera y el Calpe aún no ha ganado.

El Cáceres 2016 sumó su tercera victoria de la temporada en la pista del Aguas de Calpe, al que dominó con comodidad y solvencia durante todo el encuentro y sentenció en un gran tercer cuarto en el que anotó 15 puntos más que los locales, cuya defensa nunca pudo frenar al conjunto de Ñete Bohigas.

Con esta victoria, el Cáceres se sitúa con un positivo balance de tres triunfos y dos derrotas que le permite asentarse en la parte media-alta de la clasificación y que confirma, además, las buenas sensaciones que ha transmitido en este trepidante inicio.

Una vez más, fue clave la actuación del pívot estadounidense Josh Asselin, que lideró el ataque visitante con 25 puntos, capturó además 10 rebotes (un total de 33 de valoración), y en todo momento fue la referencia interior del equipo cacereño, que ha encontrado en el exjugador de la universidad de Michigan a un sólido líder alrededor del cual construir su proyecto. Con él un excepcional Juanmi Morales (27 de valoración y cuatro triples).

El equipo extremeño llegó a Calpe con el agridulce sabor que le dejó la pasada jornada, en la que disputó un magnífico encuentro en su pista ante el CAI Zaragoza pero que dejó escapar en la prórroga.

El Cáceres viajó, en un largo trayecto de autobús, hasta Calpe tras haber presentado un recurso en el que solicita que se repita el final del encuentro ante el equipo maño, pero consciente de las pocas posibilidades de que prospere y, por tanto, de la necesidad de reencontrarse con el triunfo. Dio igual: ayer protagonizó una exhibición sensacional, olvidándose del pasado más inmediato y arrollando al rival.

Desde el primer minuto del encuentro los visitantes mandaron en el juego y también en el marcador. Durante los primeros veinte minutos el Calpe se mantuvo a duras penas en el encuentro (37-49, m.20), pero tras el descanso no pudo hacer nada para frenar el rodillo extremeño.

Además de la buena actuación de Asselin, el Cáceres contó también con los puntos de un Morales muy inspirado en ataque y que causó muchos problemas a la endeble defensa de un Calpe que bajó los brazos en el último tramo del encuentro.

PROBLEMA DE BASES Aunque dentro de la misma división, ambos equipos están construidos de manera diferente, eso no quita para que tengan un problema en común en el puesto de base. Tras apartar del equipo al veterano Jesús Lázaro, al que han abierto un expediente por bajo rendimiento, el Calpe sólo dispone de Eduardo Sánchez para dirigir, función en la que le ayuda Juan Miguel Navalón. El Cáceres tampoco tiene un recambio claro para Dani López, aunque ayer tanto Rafa Huertas como el reconvertido Nando Vicario estuvieron bastante bien.

En el encuentro de ayer, López pudo disfrutar de cierto descanso. La amplia ventaja de los visitantes permitió a Bohigas darle relevos, quien a pesar de jugar sólo 25 minutos acabó con 10 puntos y 3 asistencias y fue clave en el despegue de los suyos.

En el equipo alicantino, se estrenó ante la que va a ser su afición esta temporada el pívot argentino Ezequiel Dentis, que llegó cedido del Plus Pujol Lleida, que fue cortejado en su día por el Cáceres, y que tras un discreto debut en a pista del Algeciras, anotó diez puntos pero ni él ni sus compañeros interiores pudieron frenar a Asselin.

El choque permitió el reencuentro del equipo cacereño con viejos conocidos como el pívot Ismael Torres o el técnico Eduardo Clavero, que hace unos años dirigió a su equipo filial, y que después de que el equipo alicantino sumara ayer su quinta derrota consecutiva empieza a estar en una situación peligrosa.