No es que en esta LEB Plata sin ascensos ni descensos haya espacio para urgencias ni dramatismos, pero el Cáceres Patrimonio de la Humanidad sí llega bastante exigido al choque de esta mañana (12.30 horas, Multiusos) frente al Guadalajara. Dos derrotas consecutivas han hecho aparecer las primeras nubes negras de la temporada en el vestuario gestionado por Ñete Bohigas. Una tercera no mejoraría el clima, por descontado.

Más que los resultados, las sensaciones. El Cáceres se ha mostrado durante buena parte de los últimos 80 minutos en pista como un grupo anárquico y, por momentos, incluso indolente. Y eso es difícilmente perdonable en una temporada destinada a reverdecer ilusiones en forma de victorias y, sobre todo, implicación. Tener probablemente el mejor quinteto inicial de la categoría debería proteger de determinados charcos .

El mensaje de Bohigas cancelando dos días de vacaciones previstos (sábado y domingo) tras perder en Fuenlabrada fue meridiano: hay que trabajar más. El, el primero. "Ha sido una semana muy fructífera, en la que hemos dado pasos muy importantes que espero que se vean en la pista", comentó el entrenador, acostumbrado a manejarse en escenarios así después de más de 20 años en banquillos de distintas categorías. "Nos falta acoplarnos a cómo se juega en la LEB Plata, pero tenemos más virtudes que defectos", aventuró.

Enfrente estará un Guadalajara que, en apariencia, no tiene grandes nombres, exceptuando quizás el del ex Plasencia Javier Salsón. Pero, claro, ¿cómo fiarse? "Es un equipo sólido, duro atrás, que sabe lo que tiene que hacer. Es un colectivo, más que un equipo de jugadores", analizó el preparador local. Su clave inexcusable para imponerse en este partido (y los otros) es dominar los tableros. Los dos. No puede ser verse tan superados en el rebote como ante Zornotza y Fuenlabrada.

Otro ojo estará puesto en la aportación del banquillo, aunque a Bohigas dijo no preocuparle eso. "Cuando seamos más sólidos, toda la gente tendrá más minutos y podrá aportar más", auguró. En ese sentido, es más que posible que Miguel Conejero, el teórico cuarto pívot, jugará mermado, si es que lo hace, tras una semana sin apenas entrenar por molestias en una rodilla.