Tendrá menores dosis de urgencia el Cáceres Patrimonio de la Humanidad para preparar el choque del próximo viernes ante el León. Su victoria frente al Melilla (85-72) le ha permitido escalar algunos puestos en la clasificación y es décimo, un poco por debajo del ecuador y todavía fuera de la zona de playoff . En el horizonte aparece otro partido en el Multiusos, donde al equipo de Gustavo Aranzana se le vio cómodo, y además enfrente tendrá probablemente su rival menos potente de los dos primeros meses de competición.

De hecho, el León, una franquicia baloncestística de similar recorrido histórico a la de Cáceres, ha protagonizado un decepcionante arranque y es penúltimo tras no ganar ninguno de los dos primeros encuentros frente a Knet Rioja y Girona, este último en casa el pasado sábado (82-88). En la ciudad se es consciente del momento de recesión económica de una entidad que, sin embargo, la pasada campaña obtuvo buenos resultados para su presupuesto. En esta ha perdido algunos valores importantes (Jorge García, Kahiem Seawright) y las piezas no están encajando todavía. No obstante, uno sus americanos, Jonathan Durley, anotó 29 puntos frente a los catalanes con buenos porcentajes de acierto.

Es fácil imaginar que Aranzana lanzará estos días mensajes de prudencia a nivel interno y externo. Como sucede al contrario cuando se produce una derrota, la aguja del optimismo se ha disparado, sobre todo por las grandes actuaciones ante el Melilla de los nacionales José Angel Antelo (mejor jugador de la semana en la LEB Oro), Pedro Robles y Dani Rodríguez.

En los extranjeros es donde hay mayor margen de mejora, en particular en Carleton Scott, cuyo partido no sirvió precisamente para despejar dudas. Su entrenador dijo públicamente que al joven alero norteamericano le está pudiendo la ansiedad por hacerlo bien. "Ha pegado un mate y casi se le sale", recordó. Fue su única canasta tras quedarse en blanco en el debut. "Permaneciendo en las sombras", escribió el sábado Scott en su perfil de Twitter, quizás en referencia a su estado de ánimo.

En todo caso, inaugurar el casillero de victorias siempre despeja el horizonte de un equipo en formación como sigue siendo el Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Las consignas en el club son intentar pasar lo más rápido posible la primera parte del calendario, en la que se enfrenta a la práctica totalidad de los favoritos hasta la novena jornada, y dar el salto cuando se mida a rivales más benignos y la plantilla esté más rodada.