Empieza la semana (y pico) fantástica o dramática del Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Esta noche recibe al Iberostar Palma (21.00 horas) en el primero de los tres partidos que disputará en diez días que marcarán lo que sucederá en la recta final de la temporada en la LEB Oro. Después esperarán Prat (a domicilio, el miércoles) y Bilbao (en casa, el domingo siguiente).

Las cuentas están claras: ganar los tres supondría un empujón enorme en la lucha por la salvación y dos, un hálito de esperanza. Si solo se suma en uno de ellos será como mantener al enfermo con respiración asistida, en coma. Y el peor escenario, tres derrotas más que sumar a las siete consecutivas que ya se contabilizan, sería ya firmar el descenso virtual a la LEB Plata.

Roberto Blanco, entrenador verdinegro, se mostró ayer muy consciente de que hay que resolver este ciclo con éxito. «Creo que en estos días están muchas de las posibilidades que tenemos para salvarnos. Lo sabe todo el mundo, incluidos los jugadores. Pero desde la tensión no vamos a conseguir nada, sino desde la calma y la conciencia lo suficientemente limpia para afrontar los problemas que se nos puedan plantear durante los partidos», analizó.

El técnico volvió a intentar jugar la baza del público y su apoyo como algo fundamental. «Si la afición nos pudiese ver en el día a día, cómo entrenamos, no dejarían de animarnos durante los 40 minutos y antes y después. Les pido que sigan con nosotros porque son un baluarte. Cuando ellos han apoyado, hemos salido adelante. Si nos dan ese plus, podemos ganar a cualquier equipo de esta liga. Queremos que sigan disfrutando del baloncesto en Cáceres», dijo.

«MUCHÍSIMA TENSIÓN» / La arenga llegó después de su ya habitual speech sobre lo bien que se había desarrollado de la semana, con la novedad de que desveló que se habían producido episodios de «muchísima tensión» y «ciertos roces» durante los entrenamientos entre los jugadores, pero lo consideró un síntoma positivo en el sentido de que demostraría competitividad interna por el reparto de los minutos en pista «si lo canalizamos bien».

«Hay un punto de inyección de moral después del partido ante el Betis», apuntó, en referencia a la buena imagen ofrecida por momentos en la pista del líder el pasado sábado. «Estamos consiguiendo finalizar los movimientos y llevar el balón donde queremos. Estamos muy cerquita de conseguir esa victoria», aseveró.

Según su visión, los roles en el seno del equipo «se van definiendo más y la conexión con los jugadores nuevos cada vez es mejor». También asumió un cierto abandono del estilo de juego que planteó en principio y que ahora trata de ejecutar algo más «controlado y menos alocado». «Seguimos cometiendo los mismos errores para perder, pero no tantos como antes», comentó. Y aseguró que durante la semana ha estado pidiendo opiniones a los jugadores «sobre el juego y las jugadas, porque creo que escuchándoles y respetando su opinión, ellos te van a respetar más a ti. Hay que convencerles de que se confía en ellos».

DERROTA BALEAR / El Iberostar Palma llegará con un balance de 14-11, en plena lucha por entrar en las eliminatorias, y 48 horas después de perder su partido ante el Tau Castelló (71-87). El choque, correspondiente a la decimoséptima jornada, se tuvo que repetir parcialmente porque se produjo un error en la anotación de la mesa. Blanco relativizó el posible desgaste físico extra que puedan sufrir los baleares: «Nosotros el miércoles entrenamos dos horas y ellos como máximo jugaron 15 minutos». El triángulo formado por Alex Hernández, Carles Biviá y Fran Guerra («quizás el mejor pívot de la categoría») genera enorme respeto.

Un último dato para el insuflar optimismo es que el Cáceres tiene a todos los jugadores disponibles y en buen estado físico, con la única excepción de las perennes molestias que Niko Rakocevic lleva arrastrando en el talón de Aquiles.