Cuatro meses, dos entrenadores y cuatro movimientos en jugadores después, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad vuelve al penúltimo puesto de la clasificación de la LEB Oro. Al equipo, ahora dirigido por Roberto Blanco, le va quedando cada vez menos tiempo para una reacción que no termina de llegar. La derrota en la pista del Leyma Coruña del viernes (68-55) fue la quinta consecutiva. El efecto de revulsivo que supuso el cambio de técnico ya es un vago recuerdo: Blanco ya empeora los números de su antecesor, Ñete Bohigas.

Sus declaraciones sobre los jugadores, hasta a los que ahora había intentado proteger públicamente, fueron el viernes de un tono elevado. «Somos un equipo sin orgullo, sin dignidad y sin respeto hacia el rival», soltó. Es el penúltimo intento de hacer reaccionar a un grupo de jugadores que no encuentra el camino hacia la victoria. Cuesta encontrar a alguien que no esté cuestionado, desde la ‘vieja guardia’ que forman Guille Corrales, Niko Rakocevic y Luis Parejo a fichajes ya iniciada la temporada como TJ Sapp y Cole Huff. Este último protagonizó una increíble estadística en A Coruña: en los apenas ocho minutos que jugó, el Cáceres encajó un parcial negativo de 22 puntos.

La enorme actuación de Dan Trist (38 de valoración) le encumbró a ser el mejor de la LEB Oro esta jornada. Lo que parece un indudable acierto en su fichaje es un indudable rayo de esperanza de cara a remontar posiciones en las once jornadas quedan. Al fin y al cabo, la zona de salvación está a un solo triunfo. Eso sí: hay que ganar, empezando por el viernes ante el Carramimbre Valladolid (21.00 horas, Multiusos),

¿Estará Bakary Konate? En A Coruña se lesionó y se teme que sufra una lesión muscular, aunque hay que evaluarle. Como si no hubiera bastantes problemas ya...