Empezó la pasada temporada con la etiqueta de ‘jugador franquicia’ y lo más probable es que ahora no se le haga ni siquiera una oferta para que renueve. Es Rolandas Jakstas, ala-pívot lituano del Cáceres Patrimonio de la Humanidad cuya continuidad, hoy por hoy, parece muy difícil. Ninguna de las dos partes ha terminado contenta después de la última campaña, por lo que el escenario más posible es que ambos se den la mano y se deseen la mejor de las suertes en el futuro, como sucede en estos casos.

Jakstas ha sido probablemente el jugador mejor pagado de la plantilla durante la 2017-18, un ‘status’ que le ha costado demostrar del todo en la pista, entre lesiones y cierta irregularidad que apenas ha conseguido sacudirse. Tanto es así que sus números han sido inferiores a los que acreditó en la 2015-16, también en LEB Oro y con la misma camiseta. Para empezar, ha jugado menos (de 28 a 23 minutos), pasando de 13,5 puntos y 6,1 rebotes a 10,8 y 5,1, respectivamente. Sus porcentajes de acierto, excepto desde la línea de tres puntos, también han descendido.

Tampoco ha terminado de estar a gusto con su rendimiento, aunque a nivel personal sí que Cáceres es una ciudad que le agrada, uno de los aspectos que le impulsó a regresar después de un año entre su país y Francia.

Incluso menos posibilidades de continuar tiene su compatriota Robertas Grabauskas, cuyo rendimiento decepcionó a la mayoría. Es muy difícil imaginar que interese, aun bajando su cotización, por lo que el cuerpo técnico buscará otro ‘5’ titular.

En todo caso, la confección de la plantilla verdinegra todavía está iniciando un largo proceso. Lo primero será anunciar oficialmente la renovación del entrenador, Ñete Bohigas, y de su grupo de colaboradores.