Decir que el Cáceres Patrimonio de la Humanidad necesita cambiar su dinámica es una perogrullada. Pero es que después de cuatro derrotas consecutivas y de volver a puestos de descenso, es un asunto de extrema urgencia. Y el duelo de esta noche ante el Leyma Coruña (20.45 horas) es más que una final, es la posibilidad de romper esa dinámica y además de meter a un rival más en la lucha por la permanencia. «Es una jornada importantísima en general por lo que nosotros nos jugamos y porque hay rivales directos que se enfrentan entre ellos», dice Roberto Blanco en referencia al partido entre Barcelona B y Real Canoe de mañana sábado.

Doce finales le quedan al Cáceres en su lucha por la permanecia en la LEB Oro, recuerda el técnico verdinegro, que asegura que con esa mentalidad afrontarán el encuentro en Coruña, que con ese pensamiento afronta él cualquier partido de su vida.

Recupera el Cáceres a Cole Huff, ausente en los dos últimos partido por tener que estar en su país solucionando algunos problemas burocráticos. «Ha llegado en perfectas condiciones para jugar», explica el preparador, que recuerda que aunque haya estado fuera, ha estado trabajando, cuidándose, «entrenándose allí».

Referente sí, salvador no / Es una buena noticia para un Cáceres que necesita de la máxima aportación de todos para salir de la difícil situación en la que está. Y más podrán aportar los dos últimos refuerzos, Dan Trist y Bakary Konate, que tras debutar el pasado viernes cuando apenas llevaban 48 horas en la ciudad, han disfrutado ya de una semana completa de entrenamientos. «Cada día van sumando más, comprendiendo más el juego. Y también sus compañeros van entendiendo mejor las características de los jugadores que hemos traído», cuenta Blanco, seguro de que la semana de trabajo ha sido «de las más productivas». «Poco a poco se van ensamblando las piezas, las sesiones de esta semana nos van dando el perfil claro que queremos tener para estos doce partidos que nos quedan».

Sobre Dan Trist, Blanco no oculta que debe ser uno de los referentes, pero no se puede ver en él al salvador del equipo. «Es evidente que es un jugador con mucha personalidad y mucha presencia, tanto en pista como fuera con sus compañeros, y que asume de buen grado la responsabilidad, pero Dan, sin el resto de jugadores, no nos va a salvar la vida.

TRABAJO PSICOLÓGICO / Especialmente intensa ha sido la semana en lo que ha trabajo psicológico se refiere. Quiere Roberto Blanco evitar esos momentos de desconexión en los que el equipo baja los brazos cuando se ve por detrás en el marcador. Ha sido un trabajo para tratar de «tocar la fibra», la tecla que les permita salir del pozo. «Los entrenadores tenemos nuestra propia metodología psicológica. Esta semana ha habido videos duros, charlas duras para abrirle los ojos al personal sobre lo que hacen mal. Hacemos muchas cosas mal y psicológicamente hacemos muchas cosas peor. Y en ese sentido se les ha intentado abrir los ojos».

En cuanto al rival, el Cáceres ya sabe lo que es ganar al Coruña esta temporada. Lo hizo en el Multiusos en noviembre (84-80). Tendrá la baja de Braxton Ogbueze, que está con su selección (Nigeria), y tiene al base Zach Monaghan tocado, ya que un proceso de gripe le ha impedido entrenar hasta ayer. «Tiene jugadores con mucha versatilidad y creo que en líneas generales puede ser un bonito partido», expresa, desea, Roberto Blanco. «Lo único que espero de nuestro equipo es que tenga la mentalidad, la claridad absoluta de lo que tenemos que hacer y competir del primero al último minuto. Si hacemos eso creo que, por fin, el trabajo dará sus frutos. Estamos muy cerca de tener la recompensa».

En Coruña se encontrará el Cáceres a dos viejos conocidos, Víctor Serrano, que hasta hace doce días formaba parte de la plantilla verdinegra, y Gustavo Aranzana. El técnico también califica el duelo de esta noche de vital. «Somos conscientes de la importancia que tiene y el equipo no tiene dudas de ello ni de lo que tenemos que hacer para ganar. No tenemos que jugar ni con ansiedad, ni preocupación ni miedo, tenemos que estar seguros de lo que nos jugamos pero tenemos que estar sólidos en lo que vamos a proponer, en el trabajo que tenemos que hacer y realizar para ganar el partido».