El Cáceres 2016 ya no puede más con Diego Guaita y trabaja en la fórmula para rescindir el contrato une a ambas partes hasta el próximo mes de junio. La actitud y el bajo rendimiento del pívot argentino han terminado hartando también a Gustavo Aranzana, al igual que ocurrió con su antecesor en el banquillo, Manuel Hurtado, que ya intentó el pasado verano que el documento se rompiese.

En ese momento no pudo ser por la alta ficha que tenía firmada el jugador --alrededor de 90.000 euros-- y esta vez tampoco es seguro que pueda llegarse a un acuerdo. Pero el distanciamiento entre Guaita y el Cáceres es irreversible, al menos en lo afectivo, que no en lo contractual. De hecho, si no hay una sorpresa monumental, viajará mañana con el equipo para jugar el domingo en Girona, pero todos saben que lo único que le retiene en la entidad es el aspecto económico.

PRECEDENTES Los primeros acercamientos ya se han producido, pero resulta difícil imaginar un acuerdo fácil y que convenga al Cáceres 2016. La entidad intenta ahorrarse algún dinero para invertirlo en el sustituto que ya se está buscando, un cinco de pasaporte comunitario que ayude a Drew Naymick en esa posición.

La relación apenas ha pasado por buenos momentos en el año y medio que lleva en Guaita en Cáceres. La pasada campaña tuvo más protagonismo y acierto en la segunda vuelta, cuando las múltiples lesiones le permitieron jugar muchos minutos. Sin embargo, su relación con el entonces entrenador, Hurtado, estaba ya seriamente deteriorada. Promedió 11 puntos y 4,6 rebotes en 27 minutos, medias inferiores a los 6,2 y 2,9 en 17 de esta temporada, con un denominador común: el escaso acierto desde la línea de tres puntos, su teórica especialidad, que en ambos años ronda el 30%.

Tras no poderse concretar su salida en verano, cuando en la prensa de Ourense se publicaron unas supuestas declaraciones suyas en las que expresaba su deseo de jugar en la ciudad gallega, su conexión con Hurtado siguió siendo mala. El técnico llegó a asegurar, tras su salida del club, que Guaita se había negado a saltar a la pista en los minutos finales ante el Menorca.

Aranzana se tomó como reto personal recuperar al jugador, pero tampoco lo ha conseguido. El pasado viernes, tras perder ante el Tenerife, criticó públicamente su rendimiento (-1 de valoración en 20 minutos). No parece haber vuelta atrás en lo que, de momento, es un matrimonio de conveniencia.