Salvo giro inesperado, no se hará, pero la operación en sí es toda una sorpresa. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad, pese a autodefinirse como uno de los equipos más modestos económicamente de la competición, ha pujado por los servicios de uno de los mejores bases de la LEB Oro en los últimos años, Dani Rodríguez.

Hay explicación salpicada de covid-19. ‘Pope’ Rodríguez, de 36 años, tiene contrato en vigor con el Chocolates Trapa de Palencia, que propuso renegociarlo a la baja al no poder garantizarse los mismos ingresos que en temporadas anteriores debido a que la campaña de abonados está parada por la situación sanitaria.

El jugador y su agencia decidieron ponerse en el mercado, a ver qué pasaba. Y lo que pasó fue algo previsible: varios equipos de la competición intentaron lograr sus servicios. El Cáceres no es de los más potentes a nivel financiero, pero echó mano de una baza que le sirvió el pasado verano en un caso similar, el de Ricardo Úriz: un entorno agradable y sin presión por ascensor y mucha ascendencia sobre el vestuario. Roberto Blanco, el entrenador, como sucedió con Úriz, le garantizaba un equipo en el que pudiese adaptarse con comodidad, como ya sucedió en su primera etapa como verdinegro, en la temporada 2011-12, entonces como reserva de Carlos Cherry.

Finalmente, parece que Rodríguez aceptará la rebaja que se le propone en Palencia, donde muy probablemente tenga como compañero de posición a Aitor Zubizarreta, este último año en el Multiusos. Y el Cáceres ha concentrado sus esfuerzos en la posición de base en jugadores como Fran Cárdenas y Jorge Sanz.