El Cáceres piensa en su primer equipo, que da pasos en positivo para la inscripción dentro de apenas tres semanas en la LEB Oro, pero también en el filial. Encima de la mesa del club se está considerando seriamente la idea de inscribirlo en la Liga EBA, una forma que se considera adecuada para potenciarlo.

Se recuperaría una fórmula que el Cáceres ha probado en dos ocasiones desde su nacimiento en el 2007: en la primera temporada envió a un segundo equipo --bajo fuerte supervisión-- a Trujillo, algo que repetiría en la 2011-12 en Baños de Montemayor. La localidad del norte de la provincia ha seguido esta última campaña acogiendo al filial, pero en la categoría inmediatamente inferior a la EBA.

EL DINERO El aspecto económico se prevé fundamental, como en casi todo. Tener un equipo en EBA cuesta unos 30.000 euros, aunque las condiciones para la inscripción se hayan suavizado. El escenario ideal es que una localidad de la provincia se asocie al Cáceres en la aventura. Pero no está claro que Baños vaya a renovar su compromiso después de dos años de relación.

La opinión mayoritaria en el club es que merece la pena el esfuerzo, que los jóvenes jugadores tienen mucha más posibilidad de progresar en una categoría superior. En la última campaña la entidad cacereña se vio obligada a ceder a Igor Ibaka y José Santonja al ABP de Badajoz, sin la posibilidad de reclamarlos periódicamente al no ser filial. Se consideraba un desperdicio tenerlos en Primera.

El Baños de Montemayor tuvo además un amargo final de temporada: tras ser campeón de la liga regular con holgura, fue superado por el Doncel en la final de los playoffs a doble partido. Su plantilla se ha compuesto básicamente de jugadores cacereños de distintas generaciones, desde los veteranos Miguel Conejero y Juan Sanguino a algunos juniors del San Antonio. Otro que ha encajado ha sido Filip Kzenevic, un joven balcánico que lleva dos años bajo la disciplina del club y que es muy del agrado de Carlos Frade.