Reuniones sin fin y sin compromisos alrededor del Cáceres, cuya continuidad en la Liga LEB sigue pendiente de un hilo. Pese a los esperanzadores avances registrados en el encuentro del miércoles por la noche entre el grupo de empresarios y el concejal de Deportes, Lázaro García, el gran problema es el de siempre: el dinero. El club necesita un millón de euros (166 millones de pesetas) para poder seguir en la élite, aunque parte de esa cantidad (300.000 euros, 50 millones de pesetas) sería en forma de aval. Sin embargo, todos son reacios a hacerse cargo de esa responsabilidad económica, a la que se recurre cuando existen deudas con jugadores y técnicos. Por otra parte, los gastos mínimos para un club de la segunda categoría son de 700.000 euros, aproximadamente el presupuesto de la temporada que acaba de terminar.

DUDAS Los empresarios, liderados por Pedro Núñez, quieren un encuentro con el alcalde de la ciudad, José María Saponi, para exponerle su posición ante lo que supondría su regreso al Cáceres. Ya no está tan claro que vayan a hacerlo de la mano del presidente del Ceres Basket, Angel de Pablos. Su directiva se reunió ayer para analizar la situación a la espera de que el grupo de Núñez le transmita cómo van sus conversaciones.

A su vez, los actuales responsables del Cáceres también aguardan. Darán un nuevo plazo antes de vender la plaza --habían pedido un acuerdo para finales de esta semana-- y continúan sin manifestarse públicamente.